Por Marilina Juárez
Introduccion
La política exterior durante el primer gobierno peronista tendió hacia la integración latinoamericana. Con el objetivo de crear un bloque regional que le brindara cierta autonomía política y económica a los países del cono sur respecto de Estados Unidos, el presidente Perón ideo infructuosamente ligar a los tres estados más importantes de sudamérica: Argentina, Brasil y Chile.
Según las palabras de Perón:
“En 1948, dos años antes de que Europa lo hiciera, promovimos la integración latinoamericana con un tratado multilateral de complementación económica que firmaron Argentina, Chile, Paraguay, Bolivia, Venezuela, Colombia y que quedó abierto a que lo hicieran los demás países de nuestro continente. La finalidad de esta iniciativa era crear un mercado común sudamericano, poner fin a las divisiones artificiales creadas entre nuestros países y mejorar el nivel de vida de nuestros pueblos”.
Para realizar un análisis integral de las relaciones entre Argentina y los países contemplados en el proyecto ABC ( Brasil y Chile), se utilizarán las categorías desarrolladas por Mario Rapoport con respecto a este tema. Para ello se tendrán en cuenta el peso de los vínculos bilaterales entre Argentina y Estados Unidos a partir de la Primera Guerra Mundial y en las décadas de 1920 y 1930, que constituyen un factor clave en el posicionamiento internacional de nuestro país.
La neutralidad que adoptó la Argentina durante buena parte de la Segunda Guerra Mundial, y la aparición de Perón en el escenario político del país, contribuyeron a vincular la situación interna con el contexto internacional y a conflictuar las relaciones con los Estados Unidos. El neutralismo no era una actitud novedosa, sino que tenía sus antecedentes en la Primera Guerra Mundial y había sido defendido por conservadores y radicales. Esta situación revela un enfrentamiento de larga data con Washington, que quería afirmar su hegemonía regional y Buenos Aires resultaba una amenaza por estar más ligado a Inglaterra y Europa.
En la década de 1940, el proceso de industrialización por sustitución de importaciones inducido por la crisis de 1929, abrió en Estados Unidos la posibilidad de una mejor complementación económica y política con nuestro país. Pero la inconvertibilidad de la libra, la escasez de dólares y el Plan Marshall para ayudar a Europa en la posguerra terminaron desbaratando esos planes.
Quedan expuestas entonces, las diversas “idas y vueltas” en las relaciones entre la Argentina y el país del Norte, producto de intereses políticos y económicos contrapuestos. A esto se suman la influencia británica (aliada histórica), alemana y la diplomacia soviética. La política interna y el contexto internacional quedarían así íntimamente ligados.
El proyecto ABC promovido por Perón, está inserto en la trama de relaciones conflictivas entre Norteamérica y Argentina, como así mismo se tendrá en cuenta la política exterior de los demás países integrantes (Brasil y Chile) con sus vértices geopolíticos respectivos.
En cuanto a la política exterior de los Estados Unidos para con los países periféricos, especialmente en Latinoamérica, se utilizará la categoría de “hegemonía” desarrollada por Raúl Bernal Meza. En su análisis sobre la creación del “sentido común” el autor sostiene que:
“Un paradigma puede hacerse hegemónico, es decir, la dominación ideológica de un grupo, por medio del cual se explican cómo sucedieron los hechos, lo que les permite asegurarse la legitimidad necesaria para imponer su política exterior, a través de la política de gobierno, presentando su propia visión del mundo, formando el sentido común. Sería el consenso, más que la coerción por la fuerza, lo que determina el liderazgo de un conjunto de ideas que llamamos hegemónicas o ideología dominante.”
La pretensión de Norteamérica era que los países sudamericanos se alinearan a su ideología, amparándose en el consenso e imponiendo su visión del mundo, para lograr el liderazgo político/ económico en la región, y fortalecer sus áreas de influencia. El presidente Perón, ante este contexto, adoptó una política denominada “tercera posición” que no se despegó de occidente en sus intereses, y mantuvo una relación equilibrada con la Unión Soviética.
El proyecto ABC, se enmarca en el intento de crear una zona “neutral” que no estuviera condicionada solamente a los intereses Norteamericanos en sudamérica.
Creemos que el motivo central del fracaso del proyecto ABC, fue la histórica relación conflictiva entre Argentina y Estados Unidos. La no complementariedad de ambas economías fue la principal causa que originó la débil relación entre el país del norte y los sectores dominantes argentinos, cuyo poder económico se basaba en la exportación de productos primarios a Gran Bretaña y Europa. En este contexto histórico la posibilidad de una integración económica entre los principales países de sudamérica promovida por Perón, resultaba una amenaza contra los intereses norteamericanos en la región, porque Argentina podría convertirse en el país dominante del bloque gracias a su gran capacidad agroexportadora.
El fracaso del ABC resultó también de la relación que sostuvieron Chile y Brasil en consonancia con el panamericanismo norteamericano, en contraste con la Argentina que intentaba desligarse del compromiso promovido por los Estados Unidos en el Cono Sur, argumentando principios igualitarios para evitar una hegemonía regional subsidiaria de los intereses de Norteamérica.
Tanto las economías de Chile como Brasil resultaban orientadas hacia los Estados Unidos por las fuertes inversiones que el país del norte tenía en estas regiones, este pudo ser una de las causas por los cuales el proyecto ABC, fuera desalentado por la élite económica dominante de dichos países, que presionaron para la no concreción del tratado de integración regional impulsado por el presidente Perón en 1947.
Otro motivo importante del fallido intento de unión sudamericana, se debió al papel que jugó la reaccionaria cancillería brasileña. Itamaraty había sido un obstáculo constante para lograr una relación armónica entre Argentina y Brasil desde la época del Imperio Brasileño. Getúlio Vargas (presidente del Brasil) se vio sometido a la fuerte presión de la cancillería para impedir el acuerdo con Argentina, que finalmente no se pudo concretar.
Creemos que la Tercera Posición planteada por Perón en el marco de la integración del ABC, no respondía a las realidades de Brasil y Chile, más alejados de los intentos autonomistas. En ese contexto la unión entre los tres países no resultaba funcional ni a las demandas sistémicas, ni a los grupos de poder dominantes en Brasil y Chile.
A partir de la Primera Guerra Mundial y el crack del veintinueve, Estados Unidos comienza a consolidarse como potencia capitalista en el escenario internacional transformándose de país deudor a país acreedor, cambio que significó un considerable aumento de sus inversiones en el exterior. La razón de esto está dada por el hecho de que Gran Bretaña exportaba principalmente productos que podían ser fácilmente sustituidos por otros bienes, o afectados por el cierre de alguno de sus mercados.
En este nuevo escenario internacional se analizará el cambio sustancial que se produjo en las esferas de influencia entre los principales países del cono sur, (Argentina, Brasil y Chile) y las potencias hegemónicas (especialmente Estados Unidos) surgido a partir de la “gran depresión” del veintinueve y de las guerras mundiales.
Se analizará la relación económica triangular entre Argentina, Inglaterra y Estados Unidos, teniendo en cuenta el contexto político internacional que se desplegó durante la posguerra temprana. Al respecto se profundizará sobre las políticas económicas específicas de Argentina, Brasil y Chile en relación con Gran Bretaña y Norteamérica.
Se estudiará el impacto a nivel internacional, que tuvo la doctrina de “tercera posición” declarada por Perón durante los primeros años la Guerra Fría, teniendo en cuenta los intercambios comerciales entre los países del cono sur y las potencias centrales durante este período.
Por último se analizará específicamente el proyecto de integración económica ABC entre Argentina, Brasil y Chile impulsado por Perón, teniendo en cuenta las relaciones políticas, económicas y sociales entre los tres países. También se realizará un análisis sobre el papel que jugaron los estadistas de los tres países y la política internacional que tuvieron que adoptar con respecto a las grandes potencias.
Nos proponemos analizar de manera exhaustiva la relación entre los Estados Unidos y los países del cono sur ( Argentina, Brasil y Chile), luego de la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión, a partir de los textos que analizan la política internacional latinoamericana: “El Cono Sur” de Mario Rapoport, y la obra perteneciente a Juan Archibaldo Lanús “ De Chapultepec al Beagle”. Política exterior Argentina : 1945-1980.
La histórica relación conflictiva entre la Argentina y los Estados Unidos, fue un factor esencial para el fracaso del proyecto de integración regional promovido por Perón durante su primera presidencia. Para profundizar acerca de la “triangularidad” respecto de las política internacional entre la Argentina, Gran Bretaña y los Estado Unidos, se realizará un análisis interpretativo sobre historia económica utilizando los textos de : Mario Rapoport, y Carlos Escudé.
La política internacional argentina durante el gobierno peronista, estuvo marcada por la doctrina de la “Tercera Posición” promovida por Juan D. Perón. Nos proponemos analizar el impacto que este nuevo posicionamiento geopolítico tuvo en la región y también a nivel internacional. Para ello,se profundizará acerca de la estrategia geopolítica del peronismo, a partir de fuentes secundarias presentes en los escritos que dejó Perón y bibliografía específica.
El proyecto de integración regional entre los países del cono sur ( Argentina , Brasil y Chile) se investigará utilizando fuentes secundarias presentes en los textos que escribió Juan D. Perón, en los cuales aparecen los fundamentos filosóficos y políticos del ABC. Con el objetivo de reforzar la hipótesis central de trabajo, nos proponemos analizar la política regional del peronismo utilizando la investigación realizada por el historiador revisionista Fermín Chávez al respecto.
Relevaremos fuentes secundarias sobre el pensamiento de Juan D. Perón que se encuentran en: “ Fundamentos de Doctrina Nacional Justicialista”. Texto Oficial.
Respecto de la bibliografía específica, estará orientada a los siguientes fines:
fortalecer la hipótesis y el marco teórico; comprender la importancia de la estructura económica desplegada a partir de la crisis del veintinueve y la posguerra temprana; establecer la relación que tuvo la política exterior del peronismo con las potencias hegemónicas y los países latinoamericanos.
CAPÍTULO I
Contexto histórico
Crisis de 1929. Industrialización por Sustitución de Importaciones
Los programas de integración regional en Latinoamérica son de larga data, éstos comenzaron a formularse desde la época de las revoluciones independentistas por medio de diversos proyectos y acuerdos concretos, que expresaban en algunos casos auténticas convicciones, y en otros solo se redujeron a declamaciones políticas.
Los países sudamericanos no fueron ajenos a este proceso de integración que estuvo signado por fracasos, éxitos a medias, y múltiples acciones neutralizadoras provenientes de las potencias centrales que veían amenazada su hegemonía en la región.
La política de concertación entre los países del cono sur durante el siglo XX tuvo diversos hitos, entre ellos se destacan: el Congreso de neutrales propiciado en 1917 por Argentina, la creación, en 1932, de la comisión integrada por Argentina , Brasil, Chile y Perú (ABCP), para negociar la solución del conflicto del Chaco entre Paraguay y Bolivia, el proyecto ABC propuesto por Perón, a fin de constituir una unidad económica sudamericana, el ALALC en los años sesenta y su reemplazo en los años ochenta por el ALADI.
La Primera Guerra Mundial (1914-1918) fue un conflicto bélico que marcaría definitivamente el rumbo económico y político que debieron tomar los países periféricos durante y después de la guerra. El ingreso de capitales europeos prácticamente se detuvo en el cono sur durante ese período, como contrapartida hubo un importante afluente de capitales norteamericanos que produjo un crecimiento sustancial de la presencia de los Estados Unidos en la región, esto hizo que mermara la injerencia de Europa, especialmente de Gran Bretaña.
Los capitales norteamericanos en sudamérica tuvieron un crecimiento exponencial durante la década del veinte: “ entre 1914 y 1919, el volumen de inversiones norteamericanas aumentó en un 50%. y en el período 1920-1929 se duplicó dirigiéndose esos capitales principalmente a Chile, Brasil y Argentina”.
Finalizada la Primera Guerra Mundial países como Argentina y Brasil experimentaron un relativo crecimiento industrial. Este desarrollo se profundizó durante la crisis económica mundial del veintinueve, en este período que alcanzó a toda la década del treinta, el derrumbe de la demanda externa y la recesión agrícola jugaron un papel fundamental en las economías sudamericanas, ante esta situación, la alternativa adoptada fue el proceso de industrialización por sustitución de importaciones.
La economía de los países centrales durante la crisis del treinta experimentó grandes transformaciones que impactaron especialmente a los países agroexportadores como el nuestro. El análisis de Mario Rapoport resulta esclarecedor al respecto:
“Los años treinta presenciaron una intensa rivalidad en la región entre las grandes potencias. Mientras Estados Unidos procuró implementar una política comercial multilateral, el Reino Unido y Alemania se inclinaron hacia el bilateralismo. Gran Bretaña abandonó sus viejos principios librecambistas y adoptó un sistema de preferencia imperial a través del Tratado de Ottawa de 1932, perjudicando especialmente las exportaciones argentinas. Ello implicó una relativa retirada de los intereses británicos en América Latina, excepto en Argentina y Uruguay, donde obtuvieron acuerdos bilaterales preferenciales para proteger sus inversiones.”
El pacto Roca Runciman de 1933 fue el ejemplo arquetípico del bilateralismo, el sector ganadero pampeano argentino hizo sentir, a través de este acuerdo, sus intereses vinculados al comercio con la metrópoli británica. Entre las principales cláusulas del tratado figuraba un tratamiento discriminatorio favorable al Reino Unido en el manejo del control de cambios argentino, a lo que se sumó la reducción de impuestos a la importación de manufacturas inglesas y grandes privilegios para a las inversiones de Gran Bretaña. A cambio de ello se aseguraba la exportación de carnes al mercado inglés.
Este pacto le permitió a la Argentina continuar con su relación apendicular hacia la potencia declinante. Paralelamente, Estados Unidos se transformó en el principal proveedor de financiamiento externo de Chile luego de la crisis del veintinueve. Esta situación comenzó a tener una influencia cada vez más marcada en los asuntos internos chilenos, sumado a la percepción común en amplios sectores de la sociedad, que veían al país del norte como una potencia imperialista.
Este proceso de grandes transformaciones económicas y políticas a nivel mundial, que comenzó una vez terminada la Primera Guerra Mundial y se profundizó con la crisis del treinta, tuvo su corolario con el triunfo del nazismo en Alemania. La posterior división del mundo en dos bloques ideológicos antagónicos, convirtió al extremo sur del continente americano y especialmente a Brasil, Chile y la Argentina, con una gran afluencia de población germana, en un campo fértil para la disputa ideológico/ política. Alemania trató de establecer relaciones más estrechas con sus aliados del sur, promoviendo el anticomunismo y el antinorteamericanismo en la región.
La Segunda Guerra Mundial y el ascenso de Perón.
El Golpe de Estado de 1943, puso fin a una década signada por el fraude electoral y el conservadurismo más reaccionario. Este suceso allanó el camino de nuevos e inesperados espacios al entonces Coronel Perón. La personalidad de este militar adquirió relevancia en la vida pública nacional, a partir del momento en que se hizo cargo del Departamento de Trabajo y Previsión Social.
“ Su proclamado antiimperialismo, en especial su enfrentamiento con el embajador Braden, contribuyó sin duda a aumentar su popularidad. A la vez, rasgos desprejuiciados y plebeyos de su vida (como los que surgen de su notoria relación y su posterior casamiento con una actriz) que contrastaba con el conservadurismo imperante, militar y oligárquico, diferenciaron su imagen de la de sus colegas de armas.”
Luego de los sucesos del 17 de octubre de 1945, la alianza policlasista que sostuvo al peronismo aparecía como una amenaza a los intereses británicos. La política económica que estableció Perón durante su participación en el gobierno de facto precedente, y que desplegaría en sus futuros gobiernos estaría estrechamente ligada con las capacidades económicas de la incipiente burguesía industrial nacional en su época de mayor expansión.
Hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, dos países, la Argentina neutral durante el conflicto, y los Estados Unidos activo en la confrontación, emergían como polos opuestos. Mientras que uno surgía dominante, porque era el triunfador, el otro, en este caso la Argentina, se vio obligado a soportar un hostigamiento diplomático y económico como consecuencia de su negativa a sumarse a las potencias aliadas.
En 1945, las principales potencias del mundo, intentaron establecer un nuevo sistema internacional, que reemplazará la pasada práctica de los Estados tendientes a hacer prevalecer el equilibrio de poderes como medio de estabilidad. Para la Argentina, el año 1945, resultó clave en su historia, porque las fuerzas sociales en su interior comenzaban un gran proceso de transformación con la llegada del Peronismo al poder.