-Nos contaste todo ese fenomenal desarrollo del atletismo y los deportes olímpicos y de alta competición gracias a las políticas deportivas de Perón. ¿También hubo en aquellos años un gran auge del automovilismo?
Galamarini con Fangio y Duhalde |
-Esto lo recordaba Bernie Eccleston, el capo de la fórmula 1, ¿no es cierto?
-Claro –asiente el Pato-. Veintiun años después, en 1992, como Secretario de Deporte, fuimos a gestionar el regreso de la Fórmula 1 a nuestro país, después de 18 años que no se corría acá. Era el gobierno de Menem, también fanático del automovilismo. Nos entrevistamos con Bernie Eccleston, y nos dijo: “Ni se les ocurra pensar otra vez en un circuito callejero. Ahí tienen ustedes uno de los grandes autódromos del mundo. Uno de los más veloces y seguros. El que hizo Perón”. Lo habrá leído la noche anterior, qué se yo… Pero sabía de qué hablaba el hombre.
“En 1948, se corrió la carrera más larga de la historia del automovilismo mundial hasta ese momento. Fue una creación conjunta entre automovilistas argentinos y Perón. Fue la mítica “Buenos Aires-Caracas”.
- Ultra-famosa esa carrera.
-Sí, ultra-famosa. Diez mil kilómetros. Y Perón, no sólo habló de la importancia de esa carrera como acontecimiento deportivo, sino también de la unión de los pueblos latinoamericanos que esa justa deportiva iba a favorecer. En ella se mata el acompañante de Fangio, Urruti. Y la gana Oscar Gálvez, pero en una decisión que nunca quedó demasiado clara, se la dieron por perdida en Caracas. Y Oscar Gálvez le manda un telegrama a Perón, diciendo “Me cagaron. Haga algo usted”; como si pudiera solucionarlo todo; y Perón le responde “¿Qué quiere que haga?” (Risas)
-Sí, el apoyo de Perón a Fangio, este siempre lo reconoció diciendo: “Mi primer campeonato internacional ganado, fue por el apoyo del peronismo”. Y el peronismo en ese momento le pasaba recursos, no al bolsillo de Fangio, sino al Automóvil Club Argentino, para financiar su carrera internacional, que lo llevó a obtener con los años tantos títulos mundiales de F 1. Creo que la primera marca con la que corrió Fangio fue Masseratti, ganando su primer título mundial en 1951; después cambió a otras escuderías. En el ’54 obtuvo su segundo campeonato mundial, escoltado por otro argentino, Froilán Gonzalez, y después obtiene tres más. Tras el golpe de 1955 el ACA se volvió muy antiperonista, pero hay un recuerdo ahí adentro, entre los viejos, de que Perón facilitaba recursos para Fangio, para Froilán González…
-En el ’55 muchos integrantes del deporte argentino estuvieron presentes en las intervenciones de las federaciones del deporte. Fue muy común… Como en el movimiento obrero… Y muchos se adaptaron.
Perón y el boxeo
Galmarini con varias glorias del mundo del boxeo: el empresario Tito Lectoure, Nicolino Locche, Horacio Accavalo y Miguel Angel Castellini |
“En el ’54, Perón estuvo presente cuando Pascual Pérez empata en el Luna Park con el japonés Yoshiro Shirai. Después Pascual consigue arrebatarle el título en la pelea siguiente en Japón.
“Perón hablaba mucho de los boxeadores y era conocedor. Lause, Medentino, todos lo comentaban, y terminaron siendo el apoyo de Perón, en la política deportiva.
-¿El boxeo tenía arraigo popular?
-Sí. Enorme. Estaba la gran rivalidad Prada–Gatica. Boxearon seis veces. Empataron tres a tres, pero fue un duelo impresionante. Gatica, gran peronista, gozaba del apoyo de la popular. Y a Prada, que también era peronista, lo apoyaba la platea cajetilla. Prada siempre se me quejaba de esto: “yo era tan peronista como él, pero no sé por qué el Mono me rompía el culo con los grones”, decía en broma. (Risas)
“A Prada lo conocimos porque laburaba en el Senado de la Nación. Y supo tener un boliche, de morfi, ahí por el centro, donde le dio laburo a Gatica cuando entró en decadencia. Gatica murió a los 37 años, en la cancha de Independiente, donde, ya retirado del boxeo, vendía muñequitos; y salió un día bebido, con un muñequito en la mano, y se lo llevó puesto un colectivo. La película de Leonardo Favio muestra claramente quién era, lo que significó Gatica en ese momento para los más humildes, para el pobrerío. Y los que hablaban siempre de Gatica, no como un enorme boxeador, pero sí como un tipo con una enorme pasión por el boxeo, y por cagarse a trompadas -porque antes de triunfar como boxeador se cagaba a trompadas por quince pesos, en la calle- eran sus colegas, grandes boxeadores que yo conocí y traté muchos años después: Menentino, Lause, todos los tipos de la época. Hablaban mucho de Gatica, con gran admiración por su coraje.
“Pero no te creas que todo era un lecho de rosas entre Gatica y Perón. Ojo. Perón era muy estricto, sobre todo cuando estaba en juego el honor nacional. Se comenta que Perón estuvo un tiempo enojado con Gatica, a raíz del mal papel que este hizo en Estados Unidos, en la pelea preparatoria por el título mundial con Ike Williams, que era el campeón del mundo en el ’51. La preparación fue bajo las órdenes, también, de Perón, que le decía a su entrenador: “téngalo cortito”. Fue el Mono a Estados Unidos con gran barullo y en el primer round le ganaron por knock out. Porque, frente a un campeón del mundo como Williams, que no perdonaba, quiso cancherear y le puso la cara sobrándolo, y el campeón lo sentó de una piña. Cuando volvió derrotado, muchos recuerdan que Perón, a pesar de su cariño personal, lo mantuvo a distancia un tiempo porque había ido en representación del país.
"La amistad de Perón y Evita con Gatica era grande. Un ejemplo. Eva Gatica, la hija del Mono, nació en 1949, la noche que su padre le ganó a Valeriano Meza en el Luna Park. Bajó del ring, se bañó, se empilchó, le dijo al Gral Perón, espectador privilegiado de muchos combates de Gatica, “ya estoy General,vamos”. Tenían que ir al Hospital Duran donde Ema, la mujer del Mono, acababa de dar a luz. El hospital era un revuelo, cuentan las crónicas de ese tiempo. Estaban frente a la flamante madre rodeada de enfermeras de la Fundación, Evita esperando a su marido con el padre Hernan Benitez, su confesor y años más tarde sacerdote del tercer mundo. El mono con su boxeo desparramaba arte,carisma y virtudes que lo adornaron como un gran peronista.
“En la campaña electoral por la reelección de Perón, el deporte se desparramó por el país haciendo campaña a su favor. Y en el ’54, cuentan que fue imponente una marcha que hizo el deporte, en agradecimiento a Perón, en la 9 de Julio.
“En la campaña electoral por la reelección de Perón, el deporte se desparramó por el país haciendo campaña a su favor. Y en el ’54, cuentan que fue imponente una marcha que hizo el deporte, en agradecimiento a Perón, en la 9 de Julio.
Otros logros
-¿Qué otros logros recordás de esa época?
- Hay un acontecimiento muy conocido, que fue el triunfo de Argentina sobre Inglaterra, 3 a 1, en el fútbol… Donde se obtuvo esa famosa foto de Perón gritando el gol de Grillo. Perón tambien iba a presenciar otros deportes, el rugby, pese a algunos quilombos que había tenido con clubes como el CUBA, o el tenis con Morea en la Copa Davis. Apoyó fuertemente la natación e hizo construir piletas de competencia y de recreación. Piletas enormes. Una estaba en aeroparque. Te hacían, todos los días, la revisación médica, y te pasabas el día. Yo me iba con los vagos con los que jugaba al fútbol. Después había otra, que también conocimos, en Ezeiza, de cara a donde estaba AFA. Asimismo apoyó el ciclismo. No solo hizo el velódromo, sino que, observando las competiciones europeas, insistió en la necesidad de hacer una Vuelta Ciclista a la República Argentina. “Si Francia hace el Tour e Italia hace el Giro, ¿por qué nosotros no vamos a poder?”, decía. Años después, nos tocó desde la Secretaría de Deportes volver a organizar esa gran competencia durante dos años seguidos.
“Quiero destacar que Perón tuvo una presencia personal, en el deporte, muy importante. Esa presencia influyó en la expansión y la consideración del deporte. No sólo era que le gustaba. Eran gestos políticos que él hacía para fortalecer la inclinación del pueblo por el deporte, para darle mayor trascendencia y respaldo simbólico, además del apoyo económico.
“Lo que yo creo es que la historia del peronismo, esto no lo ha tomado o no lo ha valorado suficientemente. No sé por qué. Porque todos estos acontecimientos, que estuve contando, fueron tan importantes como cuando Perón hizo, por ejemplo, el Festival de Cine en Mar del Plata, hecho cultural, trayendo a Gina Lollobrigida, la gran estrella del momento, y era como una manera de marcar un camino, de que el pueblo se fuera elevando, tanto en el deporte como en el mundo de la cultura.
El fútbol
dos glorias del futbol argentino de fdistintas épocas: Omar Enrique Sívori y Hugo Gatti en un amistosocon el Pato |
-¿Por qué motivo no tuvo una presencia el fútbol argentino a nivel de los campeonatos mundiales?
-Hay versiones, no hay seguridades. El campeonato mundial de fútbol se reanuda, después de la segunda guerra mundial, en 1950, en Brasil. Unos dicen que Perón habrá preguntado “¿Cómo estamos?”, y le habrán dicho “Más o menos”, entonces dijo :“No vayamos”. Otros, con mayor sensatez, dicen que había despelote entre la AFA de entonces y la Confederación Brasileña de Fútbol. Esto ya venía de antes. No habíamos ido al Mundial del ’38 por los conflictos entre la AFA y la FIFA. O sea, que no es una cosa que la podamos centrar en Perón. Pero en la época de Perón también intervino el conflicto gremial. El gremio de futbolistas se crea en los años cuarenta, época en que florecen los nuevos sindicatos, al amparo de Perón y la Secretaría de Trabajo y Previsión. La época dorada del futbol fue en los años cuarenta y terminó con una importante huelga de jugadores, lo cual le hizo perder competitividad a la Selección argentina en esos momentos, debido al éxodo de futbolistas a Colombia u otros países. El mundial del 50, en Brasil,nos agarró con una sangría importante de jugadores que se habían ido al exterior. Y la aparición del gremio de Futbolistas Agremiados llegado con tantos otros sindicatos recientes, aún no tenía el ejercicio suficiente para contrarrestar a una directiva de clubes que no entendían que la Argentina toda venia cambiando. Y donde el trabajador, también el deportista y sobre todo el futbolista, no solo necesitaba más dinero de lo que le daban por entonces sino también la dignidad que estaban logrando los integrantes del conjunto del movimiento obrero. Además, el impulso del peronismo para hacerse eje de todo lo q fuera emprendimientos deportivos de magnitud había traído encontronazos con Brasil. Algunos dicen que Perón, frente a esa situación, habría preferido que Argentina no participara antes que hacer un mal papel, pero no se sabe muy bien. Porque Antonio Cafiero, con quien hablé de esto, contaba una cosa; Miguel Unamuno contaba otra cosa; algún futbolero, te contaba otra distinta. El otro día hablaba de esto con el Hueso Glaría, gran amigo mío, que fue mundialista y parte del gremio de futbolistas. En el mundial de 1954, en Suiza, en cambio, sí parece que fue el propio Peron quien no quiso tener ningún revés externo del tipo que fuera. Argentina recién volvió participar de un mundial en 1958, ya con Perón fuera del gobierno. Pero ya el deporte era un mamarracho todo, incluido el fútbol. En 1958 nos fue como el culo, en el mundial de Alemania; en 1962, en Chile, como el culo; 1966, en Inglaterra, con Rattin, que la putearon a la Reina, pero como el culo; en 1970 nos eliminaron antes de entrar al mundial; en 1974 nos mató Holanda… El futbol argentino era de los mejores, pero a nivel internacional no tuvo el desempeño que hubiera correspondido. El desorden era muy perjudicial.
“Ahora, lo que sí me acuerdo es de ir a ver a Boca del ’54 con mi viejo y mis amigos de fútbol. Nos tomábamos un trole hasta la cancha de Boca. Los equipos, en ese entonces, rara vez cambiaban los integrantes. Hoy, cada seis meses cambian. Me acuerdo de ese equipo como si fuera el de ayer, pero no me acuerdo el Boca de hace dos años. Después, en 1956, fui a ver debutar en Boca a tres tipos: Rattin, J.J. Rodríguez, y Senes. A Rattin yo ahora lo conozco, hemos charlado mucho, y fue una de las grandes glorias de Boca, ídolo de mi infancia.
La "desperonizacion" en el deporte.
-¿Cómo definirías el ataque a las políticas deportivas de Perón después de su derrocamiento?
-Quien fue Subsecretario de Deportes cuando yo fui Secretario, Víctor Luppo, suele decir que se trató de un “verdadero genocidio deportivo”. No se trata de banalizar el genocidio que ocurrió en la última dictadura sino de ejemplificar la gravedad de lo que ocurrió en este ámbito. Pero la persecución se trasladó no sólo a los deportistas considerados “peronistas”. También a los clubes. He recorrido mucho la Provincia de Buenos Aires como funcionario. Clubes, que se llamaban, por ejemplo, 17 de Octubre, después del ’55, se tenían que poner Martín Rodríguez, Juan Lavalle… ¡Qué sé yo! Cuando fui ministro de gobierno de Duhalde, en muchos pueblos de la Provincia de Buenos Aires desenterraban los nombres de las calles, monumentos, bustos de Perón y Evita, y los volvían a poner en los lugares de los que, hacía años, los habían sacado. Increíble, pero yo he estado en muchos de esos momentos. Muchísimos. Era muy emotivo. En la quinta de San Vicente, hay dos efigies impresionantes. Una de Perón y otra de Evita, pero enormes. Y estuvieron años, y años, pero las habían sacado de no me acuerdo dónde, si de Lomas de Zamora, y tirado al Riachuelo; y las recuperó Duhalde, y les habían cortado la cabeza.
"Así como después del golpe del 55 destruyeron a nivel popular los torneos Evita, al peronismo deportivo lo hicieron también de goma. Fue durísimo, intervinieron la Confederación Argentina de Deportes y el Comité Olímpico Argentino. Intervinieron varias federaciones. A los campeones del mundo del básquet del 50, los declararon profesionales y se perdieron de jugar en las Olimpíadas y nos quedamos sin representación competitiva durante muchos años. Perón había sido generoso en financiar a los deportistas con subvenciones, viáticos, premios, y esto les jugó en contra al caer Perón, porque los acusaron de ser profesionales, cuando el deporte era amateur, y no se los dejó competir ni salir del país. Así perjudicaron enormemente el básquet, porque los campeones mundiales de 1950, ¡fueron inhabilitados de por vida! Al maratonista Osvaldo Suárez, otro peronista bárbaro, un enorme atleta, a quien ya le habían otorgado la plaza para ir a Melbourne en el 56 y tenía grandes oportunidades de conseguir una medalla, no lo dejaron ir. A Eduardo Guerrero, remero campeón olímpico, tampoco… ¡Inhabilitado! En los Juegos Olímpicos de 1956, la delegación argentina fue de solo 37 deportistas, y fue la primera vez, desde Perón, que la Argentina no ganó una sola medalla de oro… ¡Todo un síntoma del retroceso del país!
-O sea, llegaba la venganza hasta ese punto.
- Principalmente, me parece, porque era un lugar muy importante el del deporte, y porque si triunfaba toda esa gente, de alguna manera era reconocer que algo bueno había hecho Perón. Por eso, así como hubo intervenciones al PJ, a los sindicatos, hubo comisiones verificadoras para ver quien había hecho guita en el deporte con el peronismo. Hubo una Comision Investigadora. Yo me acuerdo, de haber conocido, en el Mundial ’92 de Básquet, a varios que habían participado del campeonato mundial del ’50, y ellos te contaban la forma en que habían sido perseguidos. Es más, les advertían “tenés que ir a declarar”, y los apretaban, entre otros Jorge Canavesi, que fue el DT del equipo, y que trabajó con nosotros en la Secretaría. Él me contaba lo duro que fue. Porque Perón, tal vez, les regalaba un auto, un justicialista, de esos que se hacían acá, como reconocimiento por algún logro deportivo. Y los cagaban, les sacaban todo. Fue una cosa dura, muy dura.
“Esto que se dio en lo político, se dio en el deporte también. ¡La persecución a Gatica! Subía a pelear, con la bata que decía “Perón y Evita”, lo dejaban pelear un rato, y después venía la cana, cancelaba la pelea, y se lo llevaban.
- ¿Quién te contó eso?
- La hija. Me contaba: “Papá no entendía nada. Decía que él no hacía política, que él era peronista. Pero se lo llevaban igual”. Otra de las figuras perseguidas muy duramente fue la tenista Mary Terán de Weiss. Esta señora fue víctima de todo tipo de vejaciones después de la caída de Perón, por haber sido peronista. Fue una gran tenista que compitió en los Panamericanos y quiso que el tenis dejara de ser un deporte selecto y estuviera al alcance de todos. También fue directora de Deportes de la Municipalidad de Buenos Aires. Después del ’55 quedó marcada a fuego, le hicieron el vacío debido a su estrecha relación con Perón y a su pública profesión de fe peronista. Se tuvo que ir del país. Unos años después volvió, creyendo que se habían aquietado las aguas, pero no. Quiso volver a jugar al tenis para River. El club la aceptó, pero los equipos contrarios, cuando ella se presentaba, no jugaban, en repudio a que había sido peronista… Muchos años después, ella se termina suicidando. Empezó a jugar al golf, y al tenis con amigos… Y en el ’84, se amasijó. Y no habrá sido solamente por esto, pero para ella debe haber sido durísimo. El Estadio de Tenis que está junto al autódromo se llama Mary Terán de Weiss como un homenaje demasiado tardío.