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domingo, 5 de julio de 2020

Los Comandos Civiles, los primeros grupos guerrilleros, por Aldo Duzdevich




La semana pasada publique la nota “De Comando Civil antiperonista a militante montonero”.  Sabía que tratándose de  un tema poco investigado y difundido iban a quedar muchos cabos sueltos que no se resuelven en una pagina y media. Así que le propuse a mi editora, hacerlo en varias notas, arrancando por el principio. 

por Aldo Duzdevich

Los Comandos Civiles, los primeros grupos guerrilleros
El primer paradigma a desmontar es un  concepto escuchado muchas veces: “los comandos civiles son el antecedente directo de la Triple A y las patotas desaparecedoras del proceso”.
La realidad es que, por su cultura organizativa, y su composición etaria-social, los Comandos Civiles -excluyendo el aspecto ideológico- fueron casi, el antecedente directo de las organizaciones guerrilleras de los setenta. Su modelo eran los “maquis” , la guerrilla urbana francesa que combatió  la ocupación nazi; y estaban convencidos, de que Peron, era el emulo de Hitler, en América.  Incluso los diarios en sus crónicas hablaban de “los maquis”. Rendían culto a la muerte en combate. Reclamaban para si, la gloria del : “nosotros pusimos los huevos, los presos y los muertos”.  Se consideraban la “vanguardia de la revolución” porque tenían que empujar al ejercito a sublevarse.  Su predica política dentro de las fuerzas armadas fue importante. Y aunque hubo muchos otros elementos externos intervinientes, el ejercito se quebró, y en Cordoba las “milicias maquis” combatieron junto al ejercito sublevado. Y seguramente, muchos de esos jovencitos, superaron en temeridad a los cuadros regulares del ejercito y la aeronáutica.
La diferencia principal (ademas de las ideológicas , obvio)  sería que los Comandos Civiles (CC), casi siempre estaban “apadrinados” o tenían lazos con algunos militares antiperonistas, que les proveían armas, explosivos e instrucción militar. Vale aclarar que años después,  algunos militares peronistas (Iñiguez, Alberte y otros menos conocidos)  también colaboraron con las organizaciones armadas de los setenta.  Pero bueno, por ahora dejemos allí las comparaciones.
Los CC se nutrieron de los partidos y sectores que conformaban el amplio abanico del antiperonismo: radicales, conservadores, demoprogresistas, demócratas cristianos, socialistas, intelectuales de izquierda,  nacionalistas católicos y grupos juveniles católicos. Su extracción social principal era la clase alta, la clase media, y el estudiantado universitario. Su organización comienza a fines de 1954, pero el grueso de los grupos van a estar realmente activos, de junio a septiembre de 1955.
 Tenían una composición celular clandestina con un responsable cada 10 o 20 militantes, usaban nombres falsos, sistemas de citas, casas operativas, imprentas clandestinas, recibían instrucción en manejo de armas, explosivos, e intercepción  de comunicaciones y respondían a comandos centralizados por ciudad.
Su actividad principal fueron las campañas de panfletismo. Imprimían miles de volantes en mimeografos e imprentas clandestinas que  distribuían en mano a través de redes militantes. A partir de junio del 55, cuando el enfrentamiento Iglesia-Gobierno se hace mas abierto los militantes de los CC,  se organizan para custodiar los templos y ser fuerza de choque en manifestaciones. Algunos comandos realizan atentados a Unidades Basicas y locales sindicales. En Buenos Aires producen al menos una docena de atentados contra policías de custodia en templos y escuelas, con un saldo de tres policías asesinados.
Sindicados como jefes de los comandos de Buenos Aires figuraban: el capitan Walter Viader, el Ing. Carlos Burundarena,Juan Francisco Guevara, Renato Benzacon, Dario Hermida, Adolfo Sanchez Zinny, Edgardo Garcia Pulo, Francisco Olmedo y Raul Puigbo. Otros participantes fueron: Francisco Trusso, Mariano Grondona, Mariano Castex, David Michel Torino, Emilio De Vedia y Mitre, Augusto Rodriguez Larreta, Mario De las Carreras, Emilio Posse, Eduardo Madero Lanusse, Reinaldo Tettamanti, Alejandro Astiz, Roberto Etchepareborda, Menendez Behety, Rodolfo Urtubey, Luis Maria Pueyrredon.
El 16 de septiembre de 1955 cuando se inicia la sublevación militar contra Peron,  los CC de Buenos Aires realizan acciones de sabotaje en once plantas trasmisoras de radio. En Cordoba epicentro de la sublevación militar, hay una participación masiva de Comandos Civiles en los enfrentamientos contra policía y tropas leales. Se habla  de 1500 a 3500  jóvenes armados en las calles, acompañando a los militares sublevados.  Rafael Capellupo en su libro, menciona como jefes de los CC en Cordoba a : Eduardo Arenas Nievas, Jorge Landaburu, Horacio Martinez, Pedro Knutty, Clemente Villada Achaval, Damián Fernández Astrada, Alfredo Malbran y Gustavo Aliaga.
Previo a 1955, algunos grupos mas pequeños, realizaron varios intentos de asesinar a Peron y un atentado terrorista muy grave en 1953.

Conspiraciones y atentados previos a 1955
Ya en 1946,  dirigentes de la Sociedad Rural y del radicalismo de Corrientes,  planificaron un atentado contra la vida de Peron en ocasión de su visita a esa provincia, que fue abortado.
 En enero de 1952 la policía, desbarató un complot liderado  coronel (R) José Francisco Suárez quien planeaba atacar con camiones blindados la residencia presidencial de Libertador y Tagle.
 El 15 de abril de 1953  tuvo lugar el primer atentado terrorista contra población civil, que se recuerde antes de la Embajada y AMIA. Un grupo de activistas de la FUBA  integrado por  Arturo Mathov, Roque Carranza, Carlos Alberto González Dogliotti, y los hermanos Alberto y Ernesto Lanusse, apoyados por el capitán Eduardo Thölke (quien proveyó explosivos) hicieron estallar dos bombas en medio de una concentración en Plaza de Mayo provocando 6 muertos y 90 heridos, entre ellos 19 mutilados. Vale aclarar que, el mas grave atentado contra población indefensa, fue el bombardeo a Plaza de Mayo del 16 de junio de 1955, que dejo 400 muertos, y centenares de heridos, pero a diferencia del anterior, este acto criminal fue organizado y ejecutado por fuerzas regulares de la aviación naval.
Entre el 16 y 17  de octubre de 1953 fueron detenidos Mariano N. Castex, Hernán E. Blackley, Gastón García Miramon, Raúl A. Jorsiomo, Lorenzo Blanco, Emilio Allende Posse  e Isidoro Martínez Castro, logrando fugarse Diego Muñiz Barreto. Inspirados en la “operación Antropoide “ de la ejecución del jerarca nazi  Heydrich en Praga, planificaban matar a Peron con un jeep cargado de explosivos. Por la edad de los participantes la prensa la bautizó “operación bebe”. (Ver mi nota en Infobae "General, yo intenté matarlo… no sé si se acuerda") .
Los comandos de Septimio Walsh
El Hermano Marista Septimio Walsh era primo de  Carlos y Rodolfo Walsh .El  Capitán de Navio Carlos Walsh, participó como aviador en el combate contra las tropas leales.  Rodolfo  Walsh  desde las paginas de la revista Leoplan, también apoyó el  golpe contra Perón.
Florencio Jose Arnaudo, escribió “El año en que quemaron las iglesias” . Un relato de tono épico,  sobre su participación en los Comandos Civiles. Transcribo algunos párrafos de su libro  que pintan el tono de época: “Nos encontramos en el café Paulista de Corrientes y Pueyrredon. Creo que eramos seis, todos solteros, universitarios, y la mayoría ex compañeros de Acción Católica. (…) Juntamos dos mesas en un punto aislado del resto. Comenzábamos a tomar las primeras precauciones. Quizás lo hacíamos para sentirnos mas importantes. No dejaba de tener su encanto eso de ser señalados por Perón como enemigos de un régimen al que se calificaba de dictatorial”.
Luego de la clausura del diario católico “El Pueblo” (en enero del 55),  el grupo de  Arnaudo se lanzo de lleno a lo que se conoció como el “Panfletismo”. Lo relata así: “Llegamos a la conclusión que era necesario iniciar un campaña de volantes clandestinos, después de la clausura de El Pueblo no nos quedaba otra forma de hacer conocer la verdad. Había que conseguir varios mimeógrafos para imprimir el mayor número de ejemplares”.  Se le dio forma de hoja periódica y se le puso el nombre  “Verdad” .De la redacción se encargaban Emilio Mignone, Horacio Storni y Jose Miguens. De la impresión : “se había ocupado quien llegaría a ser el panfletista máximo, el rey del mimeógrafo clandestino: el hermano Septimio Walsh.”  Agrega que “tuvo destacadísima actuación en la campaña panfletista y en la coordinación de los comandos civiles católicos, cuya conducción asumió espontáneamente”.
En un reportaje en el año 2005 Jose Arnaudo confeso a Clarín: "Yo pensaba que si mataba a Perón, igual me iba al cielo. Según la teoría del magnicidio, de Santo Tomás de Aquino, estábamos dispuestos al tiranicidio y liquidar a Perón". Debo confesar que no me escandaliza la cita. En 1970 la misma teoría de Santo Tomas,  la pusieron en practica Fernando Abal Medina y Mario Firmenich al fusilar a Pedro Eugenio Aramburu.
Queda para una próxima nota, los comandos católicos cordobeses del padre Quinto Carnelutti, cuya mano derecha era el padre Enrique Angelleli.
Cierro con una estrofa de la “Marcha de la Libertad” grabada en el sótano de la Iglesia Nuestra Señora del Socorro: “Y si la muerte quiebra tu vida, al frio de una madrugada, perdurara tu nombre, entre los héroes de la patria amada”

Aldo Duzdevich
Autor de “La Lealtad-Los montoneros que se quedaron con Peron” y “Salvados por Francisco”

domingo, 28 de junio de 2020

Del “Muerte a Peron” al “Peron o Muerte”, por Aldo Duzdevich






Por Aldo Duzdevich


En octubre de 1953 un grupo de jovenes conspiradores planean matar a Peron, los lidera el joven aristocrata Diego Muniz Barreto, quien  años despues hara un giro politico sorprendente.


Atentado contra Peron.
El 15 de Octubre de octubre de 1953, los veinteañeros Diego Muniz Barreto y Mariano Narciso Castex,   se reunieron en Florida y Corrientes con un supuesto colaborador militar que les podia proporcionar armas. A el le contaron que tenian un grupo de 50 hombres entrenados, cuyo fin era matar a Peron y combatir si  se desataba una guerra civil. Contaban con fusiles mauser, ametralladoras y bombas de humo, pero necesitaban municiones 9 y 45 mm y trotyl. El plan era hacer volar a Peron, el dia 17, sobre la Avenida Alem, con un auto cargado de explosivos detonado a control remoto. Tambien volarian puentes de acceso a la Capital. Suponian que luego del asesinato estallaria una guerra civil, y si algo fallaba ya tenian preparada su fuga a Uruguay.
El “colaborador” era integrante de la division Control de Estado, de la Policia Federal quien rápidamente informo a sus superiores. El dia 16 de octubre, son detenidos Emilio Allende Posse (20años) e  Isidoro Martinez Castro (18años). Posse portaba un portafolio, con un revolver  Colt 32,  proyectiles de distintos calibres y el libro “Técnica de una traición” de Silvano Santander. El día 17 son detenidos Mariano N. Castex,  Hernan E Blackley, Gaston Garcia Miramon , Raul A Jorsiomo y Lorenzo Blanco. En poder de Blackley la policia secuestra dos carabinas  32 y un rifle Halcon de uso militar.
Castex confiesa que el jefe era Diego Muniz Barreto, pero  en el organigrama estaba el como “chief” (jefe) porque Diego era “muy temperamental”. Barreto logra eludir a la policía escapando  por una puerta disimulada en la “boisserie” de su lujoso departamento. Se refugia en la Embajada de Uruguay y luego cruza a Montevideo.
Todos los jóvenes pertenecían a familias adineradas; varios ex alumnos del Belgrano Day School (donde hoy concurre Antonia Macri). Según el informe policial tenían una organización tipo “maqui” (guerrilleros de la resistencia francesa). Usaban seudónimos y un código de alarma que era la palabra “molinari”. El día 21 fueron puestos a disposición del juzgado del Dr Miguel Rivas Arguello, la causa se caratulo:
“Actividades con el fin de atentar contra la vida el Señor Presidente de la Nacion”.
En sus primeras declaraciones,  alegaron que se estaban organizando para ser el apoyo civil, de un golpe de estado. Por indicación de sus defensores, el argumento vario a  ser grupos de autodefensa, ante las amenazas recibidas por sus familias de los  grupos peronistas.
En noviembre el Congreso sanciono una ley de anmistia N.º 14296 y el 31 de diciembre estaban todos en libertad.
Otro “comando civil”:  Florencio Arnaudo, en el 2005 confeso a Clarin : “según la teoría de Santo Tomás de Aquino, estábamos dispuestos al tiranicidio y liquidar a Perón". No es  extraño entonces, que otros discípulos de Santo Tomas: Fernando Abal Medina y Mario Eduardo Firmenich, con el mismo argumento del “tiranicidio” hayan fusilado a Pedro Eugenio Aramburu el 1° de junio de 1970.
Diego Muniz Barreto y Mariano N. Castex no pudieron cumplir el objetivo de matar a Peron, pero 15 años después ambos lo van a conocer en Madrid y se van a convertir en sus seguidores.



La guerrilla de Barrio Norte
La violencia politica no comenzo en los 70.  Pero su antecedente mas cercano  se puede encontrar en los “comandos civiles” de los años 50.  Su impronta, y  su forma organizativa en células, nombres de guerra, etc., se asemejo  mucho a la guerrilla setentista. Claro, que  tenia otro color político, era antiperonista y la mayoría de sus miembros eran jóvenes de clase alta. Abundaban los doble apellidos  de Barrio Norte y San Isidro : Ruiz Moreno, De Vedia y Mitre, De las Carreras, Lanus, Sanchez Zinny, Martinez Paz, Villada Achaval, Beccar Varela, Rodriguez Larreta, Menendez Behety son algunos de los mencionados en las crónicas de la época. También es cierto, que muchos de los hijos de estos furiosos antiperonistas, quince años después, van a nutrir las filas de Montoneros y otros grupos guerrilleros.
Su debut  fue el 15 de abril de 1953 , cuando en una concentración en Plaza de Mayo pusieron bombas que dejaron 7 muertos y 90 heridos entre ellos 19 mutilados. Aclaremos que la guerrilla setentista nunca hizo este tipo de atentados  contra la población civil. Entre sus autores materiales estuvieron: Arturo Mathov, Roque Carranza, Carlos Alberto González Dogliotti, y los hermanos Alberto y Ernesto Lanusse.


Diego Muniz Barreto  un niño mimado de la aristocracia
Diego nació en Mar del Plata, en 1934.  Sus bisabuelos paternos eran descendientes de familias portuguesas fundadoras de Bahía (Brasil), donde consolidaron una fortuna descomunal. Su bisabuelo materno, Emilio Vicente Bunge, compró al estado 28 mil hectáreas “ganadas en la campaña del desierto” en la zona de General Villlegas. Era una familia perteneciente a lo mas selecto de la oligarquía porteña. Diego se casó con la bellísima María Teresa J. Escalante Duhau, quien también procedía  de la alta sociedad.
Voladura de la Escuela Superior Peronista
Su exilio en Montevideo duro poco tiempo. El cuenta, que en julio del 1955 cruzó el rio en un bote de remos, con una carga de 20 kg de gelinita. Esta vez el operativo iba a tener éxito. La madrugada del 20 de julio él y su grupo llegaron a las puertas de la Escuela Superior Peronista en Avenida Corrientes y San Martin. Diego invitó al policía de guardia a tomar una cerveza en el bar de enfrente, mientras sus cómplices ingresaban con los explosivos. Los destrozos fueron totales. El director de la escuela, era el Dr Raul Mende. Su hijo Jorge Mende, fue un destacado cuadro montonero asesinado en la ESMA en noviembre de 1976.
Atentados contra policias
Ya en los meses previos al golpe de septiembre, los comandos civiles adoptaron la táctica de atentar contra policías que hacían consigna en templos y escuelas religiosas. Varios  resultaron muertos y otros sufrieron graves heridas. Los comandos se movían en jeeps desde donde abrían fuego. El 16 de agosto, la crónica periodística informaba que frente a la confitería La Biela, fueron detenidos seis adolescentes que escondían sus armas en un jeep allí estacionado. Los detenidos eran Ignacio Cornejo, Ricardo Richelet, Mariano Iturralde, Pablo Moreno, Jorge Castex y Hortensio Ibarguren. Logrando huir Diego Muniz Barreto sindicado como el organizador y proveedor de armas del grupo.
Del desengaño libertador a la dictadura de Ongania
Según cuenta su amigo Boby Roth el antiperonismo de Diego cesó con la revolución “Libertadora”. Se acercó al frondicismo y luego mediante sus contactos militares conspiró junto al sector “azul” del ejercito. En 1966  de la mano de Roth llegó al gobierno de facto del General Onganía, cuando éste ocupaba el cargo de Subsecretario Legal y Técnico. Su paso por el gobierno ira a cesar en 1968 por desacuerdo con la política económica de Krieger Vasena. Aunque  volvera a la Casa Rosada  el 8 de junio de 1970, en el momento que Lanusse obliga a Ongania a dejarle el gobierno a Levingston. Según relata su amigo Mariano Castex “Diego estaba esa noche armado con una pistola 45 y Barreto exaltado hubiese matado a Lanusse, Diego no era hombre de palabras añiñadas o amigo de autopromociones”.
Diego el mecenas de Galimberti
En 1970 Rodolfo Galimberti dirigia un grupo llamado JAEN. De tinte peronista y nacional, reconocía mas simpatías con Primo de Rivera, que con Trosky o el Che.  El primer contacto con Barreto, lo hizo Ernesto Jaurectche entonces periodista de El Economista. Galimberti era un muchacho picaro, con cintura politica, con ansias de poder y no muchos escrúpulos. Muniz Barreto se le presentaba, como una fuente de recursos económicos, pero ademas, algo que al “Galimba” lo perdia, y era su necesidad de “pertenecer” a una clase social que por su origen tano y clase mediero le estaba negado.  Por ejemplo, establecer relación con Julieta Luro Pueyrredon de Bulrrich y ponerse de novio con su joven hija “Julie” (hermana de la actual ministra). Y, para Muñiz Barreto, Galimberti era su via de acercamiento al peronismo y a Peron, para destruir a su archienemigo Agustin Lanusse (a quien estuvo dispuesto a matar de un tiro de 45).

Diego en Madrid ahora si,  “la vida por Peron”
En aquellos años un viaje a Europa era muy caro (no habían llegado las lowcost) Galimberti quería conocer a Peron y Diego financio generosamente su viaje. A Peron le cayo bien ese joven impertinente, que llegaba tarde a las citas, y se cuadraba taconeando frente a su General. Y rápidamente lo ungió como su delegado ante la naciente juventud peronista. Galimberti retribuyo a su mecenas presentándolo ante el General. “Este conspiro contra Vd en 1955, fue comando civil” lo presento “Galimba.” “Que bueno conocer viejos opositores” ...”Que gusto decirle  “compañero” --se alegro Peron y le estrecho las manos. Para Peron, no seria ni el primero ni el ultimo de sus viejos opositores, que ahora se le acercaban. El practicaba el arte de la conducción, que requiere humildad, tolerancia y empatia con el otro. Diego le habia llevado de regalo la película Rosas producida por el. El 8 de octubre del 72 Diego estuvo entre los veinte invitados al cumpleaños de General celebrado en un restaurant de Madrid. Diecinueve años habían pasado de aquel octubre del 53, en el que fracaso, su intento de matar a ese hombre, que hoy tenia sonriente frente suyo, y a quien reconocía como un gran líder.
De Montoneros al Ejercito Revolucionario del Pueblo ERP
A fines de 1972 Galimberti ingresara como aspirante dentro de la organización Montoneros. Diego va a caer preso por participar de un acto junto a su amigo “Galimba”. En Diciembre impulsado por Montoneros, Diego Muniz Barreto integra la lista de Diputados Nacionales del peronismo. Incluso filma un spot de campaña que cierra con la frase de guerra “la sangre derramada no sera negociada”. En febrero del 74 junto a otros siete diputados de la JP renuncia a su banca. Meses después, disconforme con Montoneros se acerca al troskista ERP con quienes colabora hasta el día de su asesinato.

Que parezca un accidente
El 16 de febrero en 1977, en una carnicería de Escobar, es detenido por el subcomisario Patti. Durante 20 dias es torturado y paseado por distintos centros de detención clandestina. Finalmente no se animan a desaparecerlo;  lo meten dopado a su auto y lo empujan a un cauce de agua para simular un accidente. Segun dicen Diego todavía mantenía buena relación con el general Jorge Olivera Rovere. Cada vez que le llegaba su nombre en la lista de secuestros, lo tachaba. Cuando Olivera Rovere  fue trasladado, Diego perdió protección, y no se dio cuenta.
Un hombre capaz de entregar sus bienes y su vida por un ideal.
Su amigo y cómplice del 53 Mariano N. Castex, lo recuerda asi: “Diego era una figura aventurera y controvertida. Capaz, arrebatado poseído de una arrolladora bondad y cautivante simpatia, poseía las cualidades que lo hacían necesario en la trinchera o en la vanguardia del asalto y desechable en etapas de trabajo reflexivo.”Fue un hombre capaz de entregar sus bienes y su vida por un ideal.”

El amigo de Ortega Peña, Eduardo Luis Duhalde lo recuerda ”Era un hombre de gran bonhomía, alegre e irónico. Era un espíritu libre y además un hombre de bien; sencillo, pero con algunos gustos refinados: uno podía decir que no era miembro de la oligarquía, pero conservaba el sentido aristocrático de la vida. De su desencanto con la autodenominada Revolución Argentina, del contacto con los detenidos políticos en la cárcel de Rawson,  terminó acercándolo al peronismo.”

El ex militante Alfredo Ossorio que compartio noches de lomo a la pimienta en su casa de Recoleta afirma: “Diego trataba el poder con mucha naturalidad, no porque lo hubiese conquistado, sino porque le venia de cuna”.

Tal vez para bien definir a Diego Muniz Barreto, sirva una cita de Peron : “Licurgo estableció en una de sus más sabias leyes ,que para mí es la más maravillosa de todas: "Hay un solo delito infamante para el ciudadano: que en la lucha en que se deciden los destinos de Esparta él no esté en ninguno de los dos bandos o esté en los dos”.
Diego equivocado o no, vivió y murió peleando en alguno de los dos bandos.

Aldo A Duzdevich
Autor de “La Lealtad-Los Montoneros que se quedaron con Peron”

jueves, 18 de junio de 2020

DE COMANDO CIVIL A MONTONEROS, por Aldo Duzdevich.



Por Aldo Duzdevich 


Mesa de café de viejos militantes setentistas, recurrentemente hablando de historias. Alguien inicia una frase en tono de confesión: “bueno...yo en el 55...estuve con los comandos civiles”. 
Para mi no es sorpresa la confesión, desde hace tiempo rastreo ese peregrinaje. Sobre todo en militantes que provienen de la raíz católica. Desde que leí el libro de Florencio José Arnaudo (1), sobre  los Comandos Civiles, quede impresionado por las similitud de vivencias de aquellos muchachos y la de los jóvenes católicos de clase media  que en los
setenta nos iríamos a vincular con la lucha armada. 
En otras notas he contado la historia de Diego Muniz Barreto, un niño bien, jefe de comandos civiles, que destruyo con una bomba la Escuela Superior Peronista y terminó siendo diputado por la JP-Montoneros en 1973. De Mariano Castex compinche de Diego en el intento de matar a Peron en 1953 . Y la de otros jóvenes antiperonistas que terminaron siendo conocidos militantes en los 70 como: Rodolfo Walsh, Rodolfo Ortega Peña, Eduardo Duhalde, Carlos Mugica, Augusto Conte Mac Donnel, Luis B Cerruti Costa, Conrado Eggers Lan, Emilo Mignone, Norma Kennedy, Carlos Corach, etc.. Y la repetición de apellidos de comandos civiles y montoneros; Landaburu, Nogueira, Bourdieu; Botto; Casares; Cullen; Van Gelderen; y por supuesto Bullrich Pueyrredon.
Gustavo quien ya pisa los 80 años, previo asegurarle no divulgar su nombre, accedió a contarme su historia: “Pertenezco
 al circulo de familias ricas o de la oligarquía de los años 40. Me forme con los jesuitas. Me mandaron pupilo al Inmaculada de Santa Fe, donde en los 60 estuvo de profesor Jorge Bergoglio. Un colegio fundado en 1610 por los jesuitas, con muchísima tradición. Recuerdo que en mi época, en las fechas patrias, los del Inmaculada desfilábamos de saco azul y mauser al hombro. Si bien eramos chicos de la oligarquía, los curas nos llevaban a los hospitales y a las villas a ayudar a la gente. Recuerdo una villa que se llamaba “el Piquete”. Por supuesto  el ambiente del colegio era muy antiperonista”. 
Así como en 1955 el Inmaculada irradio Comandos Civiles, amediados de los 70 las familias “bien” dejaron de mandar sus hijos al “Inmaculada” por considerarlo “cuna de montoneros”. Al menos 15 importantes cuadros montoneros pasaron por sus aulas, entre ellos los hermanos Molina Benuzzi, Juan Carlos Soratti,Carlos Laluff  y  Luis Roberto Mayol.  
“ Cuando ingrese a la facultad todos mis amigos eran antiperonistas –sigue relatando Gustavo- eramos los pibes de la oligarquía, todo nuestro ambiente familiar y social era muy anti peronista. Peron era sinónimo de todo lo malo, era ladrón, dictador...había miedo que nos expropien los campos. Había que sacarlos. Era un Boca-River, sin demasiados análisis políticos. Nosotros eramos los buenos y ellos -los peronistas- eran los malos.”
Una de las primeras cosas que hicimos fue ir a proteger la Iglesia de San Nicolás de Bari, pusimos las mangueras de incendio en las ventanas para repeler un supuesto ataque. Después el obispo nos saco cagando...”. “También recuerdo que el día del bombardeo el 16 de junio, nos juntamos en una esquina cerca de Plaza de Mayo, con brazaletes blancos; no sabíamos bien que iba a pasar, pero como a las 11 de la mañana nos dieron orden de desconcentrarnos”.
Los días después del golpe me toco acompañar a Gendarmería en el allanamiento a un sindicalista en el conurbano, recuerdo como lloraba la mujer. Otra vez durante una huelga de colectiveros, fuimos movilizados a manejar colectivos, íbamos de a dos, armados con pistolas 45.”
Esas son las cosas que recuerdo de mi paso por los comandos civiles, yo tenía 19 años, como te cuento no tenía mucha conciencia política de lo que pasaba, era mas bien una cuestión de pertenencia a una clase, y al grupo de amistades donde me movía”.
Seguí mis estudios, me recibí y me dedique a trabajar en mi profesión. Tal vez por la frustración que significó todo lo que siguió a la revolución libertadora, yo, como muchos otros jóvenes fuimos modificando nuestra visión de la realidad. No fue un acto individual, varios amigos míos fueron evolucionando en su manera de pensar y entender la historia y la política. En mi caso personal por mi profesión tenía mucho contacto con obreros. Comencé a  descubrir  la realidad de la gente humilde y trabajadora; las dificultades para sostener sus familias, los dramas que muchos vivían.  Aquella enseñanza cristiana, de "ponerse en el lugar del otro", que me inculcaron en mi adolescencia los jesuitas del Inmaculada, me hizo reflexionar y discernir nuevos rumbos en mi forma de pensar y actuar. Después de 1966 me acerque nuevamente a la universidad, donde ya había muchos vientos de cambio. Era un espacio donde se debatían las nuevas ideas. En esas charlas fui descubriendo otra forma de ver el peronismo. Luego alguien me conectó con el padre Carlos Mugica. Comencé a ir a la Villa 31. Y allí ya me  vinculé  con compañeros militantes del peronismo, y algunos que estaban en la lucha armada. Tiempo después me integre  a Montoneros. Por mi profesión, tuve a cargo algunas tareas clandestinas muy importantes. Pero, en el año 75 ya tenía muchas diferencias y varios compañeros míos dejaron la organización por diferencias políticas. Yo, decidí mudarme al interior y recomenzar una nueva vida alejado de la militancia. Y aquí estoy….”
En esta historia breve y simple se esconde todo un trasfondo histórico, que todavía no ha sido puesto en debate, como tantos otros temas de nuestro doloroso pasado reciente.
No soy amigo de los juicios apresurados, de las versiones cerradas y de las conclusiones fáciles. Solamente tomar como enseñanza que la historia no es lineal, ni mucho menos binaria. Que la versión de un mundo dividido en bandos de buenos y malos, solo sirve para explicarle a los niños las películas de piratas. Pero, en política suele suceder, que los “malos” de ayer, son los “buenos” de mañana y viceversa. Y segundo, que cada hecho histórico hay que analizarlo con la hermenéutica de la época, meterlo en el contexto en el que se desarrolló. 
Solo así,  revisar la historia nos servirá para aprender, y no repetir los errores y desencuentros del pasado. 

(1) Florencio Jose Arnaudo es el anciano que da testimonio (gorila) en la pelicula “Cristo Vence” recientemente emitida por la TV Publica. 

Aldo Duzdevich
Autor de “La Lealtad-Los montoneros que se quedaron con Peron” y “Salvados por Francisco”

viernes, 5 de junio de 2020

TACO RALO LA GUERRILLA PERONISTA QUE PARIÓ LOS SETENTA, por Aldo Duzdevich

Por Aldo Duzdevich



Testimonio inédito de su jefe militar Nestor Verdinelli.
Cuando nos descubren, nos tiramos al suelo. Era noche todavía, y el bosque  era de arbustos bajos. Yo saco el 38, y lo amartillo para disparar. Veo un cana  a dos o tres metros. Apunto -imposible errar- aprieto el gatillo....sólo un clic sin nada....una ramita  se interpuso entre el martillo y la bala. Al escuchar el clic, el cana se me vino encima y me cagó a culatazos con su fusil. Mi arma era una Parabellum 9 mm., pero ese día la cambie por un 38 largo. Si hubiera tenido la pistola habría matado a ese policía....pero  duda nos hubieran masacrado. Eran algo así como 100 canas.” El relato pertenece a Nestor Verdinelli, jefe militar en Taco Ralo, quien hoy lo recuerda desde Gotemburgo Suecia. 

El 19 de septiembre de 1968 a las cinco treinta de la mañana, cuando volvían de una caminata de entrenamiento sin armamento, el “Destacamento 17 de Octubre de las Fuerzas Armadas Peronistas-FAP” fue sorprendido por un centenar de policías y detenidos sus trece integrantes.
Hoy “el pozo de los guerrilleros” como lo nombran los pobladores de la zona a unos veinte km del pueblo Taco Ralo en Tucuman, solo conserva una pequeña porción de monte rodeado de  lotes de soja. El “yuyo” de la discordia se tragó hasta la historia reciente. 
En 1966 asumió el poder, el general Ongania con la promesa de quedarse veinte años. Pensaba ver morir a Peron en el exilio y con él, al peronismo. 
Un grupo de jóvenes vinculados a la Resistencia Peronista entendió  que había llegado el momento de alzarse en armas para golpear al régimen y lograr el retorno de Peron.
Años después Cacho el Kadri se preguntará: “¿Cual era el deber de los jovenes frente a una dictadura que amenazaba quedarse veinte años? En los años 60 y 70 los de la muerte del Che, los del exilio de Peron,  la proscripción de las masas populares y del Mayo francés? (…) Taco Ralo era ideológicamente de los peronistas ortodoxos de Peron o Muerte. No hubo marxistas ni cosa que se les parezca. Continuaba la linea dura de Amado Olmos, Gustavo Rearte,  Nell, Gazzera y Di Pascuale, venía de los comandos de resistencia que operaron con Iñiguez”.

El comunicado emitido un mes después desde la cárcel decía: “Pertenecemos a la nueva generación peronista nacida a la lucha en medio de las bombas asesinas del 16 de junio de 1955 en Plaza de Mayo y los fusilamientos del 9 de junio de 1956 del General Valle y sus valientes compañeros. Nuestra juventud se lanzó a la lucha por la reconquista de la “Felicidad del Pueblo y la Grandeza de nuestra Nación” (...) 
La preparación de Taco Ralo tuvo como antesala la “expropiacion” de dos bancos y el asalto a un puesto de guardia de Campo de Mayo. El dinero se usaba para comprar armas y equipamiento y sostener algunos militantes clandestinos. Recuerda Verdinelli: “Por nuestras manos pasó mucho dinero. Pero, la plata era sagrada y se usaba exclusivamente para los fines de la organización.” 
Los militantes de las nacientes FAP, resolvieron mantener una pata urbana y otra rural que sería el destacamento de Taco Ralo. Convocaron a fogueados militantes peronistas de distintas provincias, porque cuando se iniciaran las acciones, la idea era darse a conocer con nombre y apellido.  El jefe político era Envar El Kadri y el jefe militar Néstor Raúl Verdinelli,   seguían: José Luis Rojas (Tucumán); Juan Luis Lucero (Rosario); Hernán Ceferino Laredo (Corrientes); Benicio Ulpiano Pérez (Corrientes); Edgardo Olivera (Santa Cruz); David José Ramos (Pcia. de Bs. As.); ; Hugo Ernesto Petinatti (E. Ríos); Samuel Leonardo Slutzky (Pcia. de Bs. As.); Arturo Ferré Gadea (Capital Federal) ; y Orlando Rubén Tomás (Santa Fe). La única mujer  Amanda Beatriz Peralta ostenta el mérito de haber sido la primer mujer guerrillera de la Argentina. 
Con la finalidad de aclimatarse y practicar en el terreno el grupo simuló comprar un pequeño campo a un  compañero: Juan “Pipi” Bertelli. Lo mismo que había hecho el Che en Bolivia. Luego pensaban moverse hasta los cerros del Cochuna a unos 70 km para iniciar las acciones. Pero, a los veinte días fueron detectados y confundidos con contrabandistas. Según cuenta el vecino don Jorge Sotelo Ledesma (quien vive hasta hoy a unos mil metros del campamento) la denuncia fue obra de otro vecino, un tal Scaglione que tenía un pleito de tierras con Bertelli y le fue con el cuento al comisario. La policía dirá que fueron unos geólogos los que dieron el alerta y el grupo  que fue un avión que los observó desde el aire.
Sigue recordando Verdinelli: “La detención fué sorpresiva y los canas se quedaron de boca abierta, ya que se esperaban detener un grupo de contrabandistas. Les llevó un par de horas, darse cuenta de que se trataba. Allí de planteó una discusión entre los tres oficiales al mando, dos planteaban  simular un intento de fuga y matarnos a todos. Mientras discutían, los que estábamos mas cerca escuchábamos el debate sobre nuestro destino. Y justo cuando la decisión se volcó a matarnos, llegó un camión cargado de periodistas y nos salvó la vida.”
Nos llevaron a la jefatura en Tucumán, donde comenzaron los interrogatorios. Unos días después nos trasladaron en avión a Buenos Aires. Nuestra sorpresa fue que  a lo largo del recorrido  e incluso en el aeropuerto,  había grupos de gente que nos vivaban como peronistas. En medio de la depresión que teníamos por nuestro fracaso miserable (no pudimos tirar un tiro ni abrir el frente pensado) esto nos sonó a gloria. No todo estaba perdido!!!!!”
En Coordinación Federal,  ya decidieron darnos con la “picana”. Es lo mas infernal que puedas imaginar. Allí reconocimos los asaltos...lo que no ayudó mucho, ya que lo que querían eran nombres y direcciones . Ninguno habló. Uno de nuestros orgullos fué  que no entregamos a nadie” 
En una de las comisarias, una noche los canas nos prometen darnos una paliza “que recordaríamos si salíamos con vida”. Justo  habían hecho una redada de prostitutas....todo esto en celdas con rejas. Serian como 20 o 30 prostitutas en la celda grande, que comenzaron a armar quilombo cuando los canas se dirigían a nuestra celda. Gritos, amenazas de encender los colchones, esas cosas.....terminó en negociación: las prostitutas se dejaban coger si no nos pegaban....los canas eligieron coger. Desde entonces, tengo el máximo respeto por las prostitutas. Poca gente tiene la dignidad que esas “putas” mostraron en esa noche.”
Los presos de Taco Ralo recuperaron la libertad recién el 25 de mayo de 1973. Su gesta , marcó un punto de inflexión en la historia del peronismo combativo. Fue el paso de la Resistencia a la ofensiva, pero al mismo tiempo, una derrota militar. Sin embargo, como lo fue la muerte del Che para Latinoamérica, Taco Ralo fue el  llamado a la lucha armada a una nueva generación de militantes revolucionarios argentinos.

Al salir de la cárcel  enfrentaron la discusión de seguir o no con la lucha armada.  Cuenta Verdinelli : “Planteamos que habiendo un gobierno elegido democráticamente, no hay lugar para la lucha armada. Que la lucha armada es el último camino, cuando todo lo demás está cerrado. Eso originó una división, plasmada en lo que fue las FAP 17 de octubre que optó por el desarme y el vuelco a la lucha política.”
En el texto titulado “Los hijos de Peron” Cacho el Kadri expresó : 
Los hijos de Perón fuimos duros y tiernos, serios y jodones, dialoguistas y “apretadores”, enamoradizos y olvidadizos, cantores y gritones, apresurados y retardatarios, pobres y pobrísimos.

Nosotros, pobres de solemnidad, pobres vinimos al Movimiento, pobres lo servimos aún cuando millones pasaron por nuestras manos, y pobres seguiremos hasta el día en que nos vayamos a jugar con el Viejo arriba en alguna nube.

Pobre ejemplo le dejamos a quienes, por ser los “nietos de Perón”, tendrían que saber que la política no es un medio para enriquecerse ni servirse, para trepar y trepar.

...Los hijos de Perón seguimos creyendo que es realista pedir lo imposible; ó que podemos alcanzar las estrellas aunque estén muy altas; ó que “se puede y se debe” vivir como hermanos…

Aldo Duzdevich
Autor de “La Lealtad-Los montoneros que se quedaron con Peron”