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domingo, 16 de enero de 2022

LAS PLATAFORMAS PETROLERAS DESDE EL AMBIENTALISMO PERONISTA, por Javier Garin







por Javier Garin
                                                                                                                                                                                                                         
SUMARIO:
1) QUEREMOS QUE A NUESTRO GOBIERNO LE VAYA BIEN, NO SACRIFICARLO A UNA URGENCIA FISCAL
2) EL AGOTAMIENTO DEL MODELO PETROLERO
3) ALTERNATIVAS VIABLES AL EXTRACTIVISMO: EL CASO MERKEL
4) EL OLVIDADO LEGADO AMBIENTAL DE PERON
5) ESTA VEZ NO HUBO GRIETA POLÍTICA 
6) FALSA GRIETA CON GREENPEACE
7)PRIMITIVISMO O QUINTA REVOLUCION INDUSTRIAL: 
8) DERRAMES SI, DERRAMES NO.
9) ¿PETRÓLEO VERSUS POBREZA?
10)¿DESARROLLO VERSUS MEDIO AMBIENTE?
11) PERONISMO Y DESARROLLISMO
12)PERÓN Y EL PETRÓLEO.
13) PETRÓLEO O GAS:
14)EL VERDADERO EJE: LOS BENEFICIOS FISCALES NO JUSTIFICAN LA INVIABILIDAD CLIMÁTICA




1) QUEREMOS QUE A NUESTRO GOBIERNO LE VAYA BIEN, NO SACRIFICARLO A UNA URGENCIA FISCAL


Apoyo al gobierno de Alberto Fernandez y por eso me opongo a las nuevas concesiones petroleras. Las considero un error político y ambiental. Tendrán un costo que no se justifica por el recortado seis por ciento de regalías. Hacer concesiones petroleras a treinta años prorrogables es como decir al mundo: Argentina no va a cumplir los compromisos de descarbonizacion que contrajo. ¿Cómo vamos a avanzar hacia el carbono cero en 2050 si en 2022 hacemos concesiones petroleras por treinta años? Es una declaracion tácita de no cumplimiento.Esto a la larga significará sanciones, pérdida de mercados y de créditos y otros efectos no deseados. Además de los perjuicios ambientales. También afectará electoralmente y deslegitimará, aunque algunos piensen que no. Se subestima la importancia creciente de la cuestión ambiental en el electorado.

Los fundamentalistas del extractivismo se encogen de hombros y dicen: “Qué me importa. Lo importante es tener ahora el seis por ciento de regalías.” Pero a quienes sí nos importa que al gobierno le vaya bien y que el medio ambiente esté sano, tales concesiones nos preocupan profundamente. 

Mitigando en parte el impacto político negativo, se anunció poco después que se activarán dos iniciativas por las que los ambientalistas peronistas venimos bregando hace años: la promoción de autos eléctricos y la puesta en marcha por Alberto Fernandez del Cluster Renovable Nacional, un organismo público privado con participación de las provincias de San Juan, Neuquén, Mendoza, La Rioja y Río Negro para impulsar la producción de bienes, tecnologías y servicios asociados a las energías renovables. Este, y no aquel, es el camino correcto.

 

2) EL AGOTAMIENTO DEL MODELO PETROLERO


Se sabe desde hace muchas décadas que el principal responsable (no el único ) del calentamiento  global son los combustibles fósiles. El ochenta por ciento de la energía mundial proviene de esta fuente, que libera anualmente en la atmósfera 30.000 millones de toneladas de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero y partículas tóxicas, degradando el aire y acidificando los océanos. Las conclusiones del Panel Intergubernamental de las Naciones Unidas contra el Cambio Climático no dejan lugar a dudas: o reemplazamos el petróleo y el carbón en breve plazo o no hay futuro para nosotros ni nuestros descendientes.

La acumulación de dióxido de carbono, sumada a la deforestación, produce efectos que saltan a nuestros ojos: aumento de la temperatura, derretimiento de los polos, suba del nivel  y acidez de los mares, arrecifes muertos, sequías, huracanes y mil otros fenómenos perceptibles. Nos envuelve el humo de los bosques incendiados. Ya hay entre nosotros refugiados climáticos. Vendedores callejeros senegaleses han venido a Argentina escapando de las granjas africanas que dejaron de ser productivas por la sequía. Como en la película "No mires para arriba", fingimos ignorarlos.

Las cumbres ambientales tienen como tema excluyente los mecanismos que deben adoptar los Estados para reducir la emisión de gases de efecto invernadero. La Argentina ha firmado compromisos internacionales de descarbonizacion que debe cumplir so pena de descrédito y sanciones que a la larga serán mayores que los beneficios coyunturales de corto plazo que se esperan obtener de estas plataformas off shore. No es someternos a poderes externos. Es en nuestro propio beneficio: el cambio climático nos afecta a todos, y principalmente a los más pobres.

Algunos quieren lavarse las manos y dicen: Argentina no contamina. Sí contaminamos. No somos una superpotencia de la contaminación pero aportamos nuestra parte no desdeñable a través del petróleo, el metano de la ganadería, el uso desmedido de agrotóxicos y fosforados en suelos y cursos de agua, las deforestaciones masivas que han destruido el bosque nativo en todo el  país expulsando a los campesinos de sus tierras ancestrales para sembrar soja, etcétera.

Tampoco podemos pretender desligarnos de nuestra responsabilidad difiriendo el tomar medidas de descarbonizacion hasta que lo hagan las grandes potencias. No podemos obligar a China y Estados Unidos a no contaminar. Pero podemos y debemos reducir nuestra contribución a la contaminación global promoviendo el reemplazo paulatino del carbón y el petróleo de nuestra matriz energética.

Estamos al borde de la catástrofe climática y nos acercamos peligrosamente al punto de no retorno  del efecto invernadero. Por tanto debemos, cuando menos, dejar de expandir y subsidiar la industria petrolera y de concesionar áreas petroleras. Es nuestra obligacion para con el planeta, nuestros hijos y nosotros mismos.


3) ALTERNATIVAS VIABLES AL EXTRACTIVISMO:


Los extractivistas se llenan la boca con la palabra desarrollo. Más adelante demostraremos que, para el ambientalismo peronista, extractivismo es lo contrario de desarrollo.

Hay muchos modelos de desarrollo que ofrecen alternativas viables aprovechando nuestras potencialidades.

Alemania es un ejemplo a imitar. Potencia mundial bajo el liderazgo de Angela Merkel, en poco mas de una década reemplazó su matriz energética de manera integral y se convirtió en líder de energías renovables. Hoy exporta tecnologías y maquinarias. Lo que los petroleros decían que era antieconómico, hoy es uno de los principales negocios de Alemania. Y es un negocio que en vez de perjudicar al medio ambiente lo protege. 

Merkel y Alemania han demostrado que hacer negocios, crear trabajo y ganar dinero es compatible con el medio ambiente cuando hay inteligencia y planificación. 

Argentina tiene todas las posibilidades naturales y humanas para llevar adelante la sustitución progresiva de los combustibles fósiles, y así ingresar en una nueva etapa de desarrollo sin afectar el medio ambiente.

Contamos con:

-una costa patagónica con mareas superiores a los nueve metros para aprovechar la energía mareomotriz;

-enormes superficies de óptima exposición a la luz solar para desarrollar energía solar; 

-una Patagonia y una zona austral bonaerense con vientos continuos para el aprovechamiento de la energía eólica; 

-una Cordilllera llena de volcanes para la instalación de plantas geotérmicas; 

-la tercera reserva mundial de litio para fabricar baterías que permitan sustituir los combustibles fósiles por motores electricos y exportar baterías como producto industrial generador de mano de obra. Podríamos crear una Empresa Nacional de Litio que regule y monopolice la materia prima y produzca las baterías.

-científicos y técnicos que pueden crear las tecnologías necesarias: no hay que comprarlas eternamente a China o Alemania sino desarrollarlas en el país.

Ponemos satélites en la estratósfera ¿y no vamos a poder hacer una turbina eólica de tecnología y fabricación nacional?

Si no lo hacemos es porque hay otros intereses. Los intereses creados de la industria petrolera, que no quieren la competencia de otros tipos de energía.

Es en ese sentido que apoyamos el anuncio presidencial del Cluster Renovable Nacional, el cual aspira a desarrollar tecnología propia para cumplir la meta de proveer, para 2025, el veinte por ciento de la energía con renovables, conforme la Ley 27.191. La producción nacional de generadores solares, eólicos y micro represas hidroeléctricas se vio afectada en 2016 por la  decisión de importar equipos del macrismo. Como en Alemania, se debe retomar y profundizar la producción nacional renovable, convertida en Política de Estado.


4) EL OLVIDADO LEGADO AMBIENTAL DE PERON


Abordamos la cuestión del offshore desde una visión de ambientalismo peronista.

Convicciones de muy vieja data nos llevan a estar en desacuerdo con este tipo de iniciativas. Nos enamoramos del peronismo por la Carta Ambiental de Perón, que aprendimos a valorar junto a Pino Solanas y viejos militantes de la resistencia.

Aunque muchos lo ignoren o minimicen, en Argentina el ambientalismo moderno comienza con el último Perón.

Antes de él sólo existió el conservacionismo, inaugurado por el Perito Moreno con los Parques Nacionales.

No fue sino hasta 1972 cuando el General Perón, en el exilio, publicó su Mensaje Solidario a los Gobiernos y Pueblos del Mundo (“Carta Ambiental”). 

Reflexión señera y visionaria de un Perón con sangre indígena, amante de la naturaleza, criado entre caballos y guanacos en la Patagonia, e Instructor de tropas de Alta Montaña en Mendoza.

Allí, el gran estadista hace un llamamiento a detener la marcha suicida de la Humanidad y a no dejarse seducir por falsos modelos de desarrollo que destruyen por igual la tierra y los hombres.

Poco después, ya de nuevo presidente, crea la primera oficina ambiental de América Latina: la Secretaría de Medio Ambiente de la Nación, a cargo de Yolanda Ortíz.

El cuidado ambiental fue una obsesión de su última etapa. Basta leer la Carta Ambiental, el Modelo Argentino, y sus reportajes y discursos entre 1972 y 1974.(1)

El ambientalismo argentino, como tantas otras cosas, fue una creación genuinamente peroniana. 

No lo inventaron los troskistas del FIT, ni los antiperonistas, ni Greenpeace, sino Perón cuatro meses antes de la Conferencia de Estocolmo. 

Estaba tan adelantado que, como diría años después Yolanda Ortíz, no lo comprendieron ni sus partidarios. 

Desbrocemos el camino de los falsos argumentos para dejar libre la cuestión central, desde un ambientalismo racional, nacional y peronista. 


5) ESTA VEZ NO HUBO GRIETA POLÍTICA 


No es cuestión de apoyar a Alberto o Cristina contra Macri o viceversa: Macri fue el que hizo las concesiones y el gobierno ha decidido continuarlas por motivos que analizaremos más adelante. Pueden ser válidos o no. Es otro tema.

Quien diseñó e impulsó las concesiones offshore en el mar argentino fue el ex ministro estrella de Macri, Juan José Aranguren. Entre 2017 y 2019 se entregaron permisos para exploración sísmica en más de 1 millón de km2 de nuestro mar hasta el año 2025. 


(La postura del Intendente de Mar del Plata, el señor Montenegro, es oportunista. Presenta un amparo y se opone porque no está Macri en el gobierno. Cuando estaba Macri nada dijo. Apoyaba).

Primeros argumentos a desechar: todos aquellos que tengan que ver con la defensa de la soberanía territorial como justificación de las concesiones. Resulta cuando menos difícil imaginar que el ideólogo de estas medidas, Aranguren, ex directivo y conocido lobbista de la multinacional angloholandesa Shell, haya tenido en mira la soberanía. Habrá considerado el negocio, la conveniencia fiscal o no tanto, razones de política energética o no tanto, pero seguro, seguro, la soberanía no estaba entre sus preocupaciones.


6) FALSA GRIETA CON GREENPEACE

Otra grieta falsa es la que algunos impulsan entre Gobierno y Greenpeace, ONG elevada así al rango de encarnación del “ambientalismo apátrida que interfiere en decisiones soberanas”.

Greenpeace no es el ambientalismo, aunque es la más famosa y popular organización. Sólo representa una parte, cuestionada por su táctica comunicacional y por sus objetivos maximalistas.

No le interesa tanto informar seriamente como producir efecto en el público mediante acciones espectaculares.Su política es proponer cuestiones de "principio" que tornan irrealizables algunos postulados. Ejemplo: sostiene una oposición intransigente a los reactores nucleares. Por deseable que sea un mundo sin energía nuclear, hoy el problema ambiental central es el cambio climático impulsado por los combustibles fósiles. Por tanto, la reconversión energética no puede prescindir de los reactores nucleares. También se opone por principio a los emprendimientos mineros. En 2010 hice, como abogado ambiental, el amparo que en Catarmaca frenó el emprendimiento megaminero de Agua Rica. Ese proyecto afectaba a una población con riesgos concretos. Nunca me opondría a la minería en general como propugna Greenpeace.

Sin embargo, tampoco se puede demonizar a esta ONG pretendiendo que sirve a Gran Bretaña, Soros o el Nuevo Orden Mundial. Hace su política buena o mala, en todo caso muy visible y efectiva. Y eso molesta a los intereses creados. Pero los que estan destruyendo la atmósfera son las petroleras, algunas de ellas de capitales británicos como Shell, no Greenpeace.


7)PRIMITIVISMO O QUINTA REVOLUCION INDUSTRIAL: 

Los defensores de las plataformas petroleras nos dicen que oponerse a las mismas es preconizar la vuelta a las carretas y las cocinas a leña. 

Es al revés. Defendemos las supertecnologías limpias de la llamada "quinta revolucion industrial". 

Quienes defienden las carretas tecnológicas son los aferrados al petróleo. Viven en el siglo XX. 

El siglo XXI es la epoca de las energías renovables, los autos eléctricos, las impresoras 3 D  y el uso inteligente de recursos.


8) DERRAMES SI, DERRAMES NO.

Algunos afirman que las posibilidades de derrame de una plataforma off shore son del "cien por ciento". ¿Cómo se mide el porcentaje? Un derrame pequeño puede ser eficazmente conjurado. No hay cien por ciento de certeza de un derrame masivo que llene de petróleo las costas. Hay muchas plataformas en el mundo que no sufrieron derrames de significación.

Pero también es falaz afirmar que no habrá derrames. ¿Quien puede asegurarlo? La experiencia mundial recoge casos de derrames catastróficos en todo el planeta. Incluso en Brasil, invocada como ejemplo por los defensores del offshore, que sufrió el peor desastre ambiental de su historia por un derrame petrolero con grave daño en sus costas y fauna marina. La foto que ilustra esta nota es de un niño brasilero empetrolado por cometer el pecado de meterse en el mar... Lo mismo ocurrió en el Golfo de Méjico, tornando sumamente impopular esta actividad en USA.

Lo propio cabe decir de la afectación de la vida marina por la exploración sísmica. Hay quienes sostienen que, tomando precauciones, la afectación es mínima, y quienes denuncian un daño irreparable. Este método afecta la vida marina mientras dura la exploración. La perturbación´de los ecosistemas es temporaria, no definitiva. Sin embargo no está claro cuál es el tiempo de recuperación de la vida marina al cese de la actividad exploratoria, ni si todas las poblaciones podrán recuperarse. Por ejemplo, señala el Instituto de Conservación de Ballenas que las áreas donde se realizarán las prospecciones sísmicas se superponen con un área muy relevante para las ballenas francas durante su época de alimentación en primavera, que alberga gran biodiversidad y procesos ecológicos como el desove de peces, la migración del calamar, y la alimentación de aves, tortugas y mamíferos marinos. Los cetáceos se ven afectados porque dependen de la audición, y se han reportado significativas aunque temporarias reducciones de avistamientos a causa de exploraciones sísmicas.

             Los riesgos existen y los daños son reales, aunque los neodesarrollistas los minimicen. Si bien son graves, no son el verdadero eje.


9) ¿PETRÓLEO VERSUS POBREZA?

Otro eje falso.

La última vez que Argentina tuvo un porcentaje bajo de pobres fue en 1973-76. Perón llevó a la pobreza por debajo del cinco por ciento. Eso se conocía con el nombre de Justicia Social. Nombre luego reemplazado por un concepto elaborado en el Banco Mundial: inclusión social. Desde que, en la post dictadura, se empezó a hablar de inclusión social en vez de Justicia Social, se aceptó como un hecho de Dios la pobreza estructural y se eternizaron los planes sociales como paliativo. Los gobiernos democráticos de distinto signo no supieron recuperar aquella tradición de Justicia Social y trabajo digno. 

Con el afianzamiento del modelo agroexportador sin valor agregado que conocemos como "extractivismo del agro negocio", complementado por el extractivismo del subsuelo de la Ley de Inversiones Mineras menemista, el país entró en un modelo del cual no ha salido más. 

En este modelo conviven el negocio exportador multimillonario y los conurbanos de miseria.

Extractivismo es la extracción y exportación de recursos con nulo o escaso valor agregado. Ello crea divisas para un sector y algo de renta fiscal, pero no crea empleo. Extractivismo y pobreza son dos caras de la misma moneda. 

Las concesiones off shore no son para combatir la pobreza, como pretenden algunos. La renta patrolera no irá a los pobres. El Estado la necesita para pagar una parte de la deuda externa que Macri nos regaló, y ello puede ser una buena razón o no, pero ciertamente no combate la pobreza. Ni siquiera los picos históricos de las commodities en la primera década del siglo consiguieron derrotarla. Con altibajos no ha cesado.

Tampoco podría lograr ese objetivo, aunque todas las regalías se volcaran a ello, ya que las concesiones tienen un régimen especial privilegiado que ha recortado las mismas. El grueso de las ganancias irá a las arcas de las empresas. Y como la estatal YPF sólo es socia en una parte junto a varias otras empresas, entre las que se incluye la infaltable angloholandesa Shell (ex empleadora de Aranguren), el resultado es que estos recursos aliviarán muy poco las arcas fiscales en relación con los costos-beneficios político-ambientales.


10)¿DESARROLLO VERSUS MEDIO AMBIENTE?


El off shore tampoco acabará con el subdesarrollo. 

Ello requiere políticas basadas en el valor agregado y en el aumento de la capacidad cientifíco-técnica. No en la extraccion y exportacion de recursos naturales por empresas extranjeras que pagan pocas regalías.

Aquí se plantea otro viejo y falso dilema: algunos sostienen que para desarrollarse hay que destruir el entorno y que toda actividad económica es hostil al medio ambiente. Los ambientalistas peronistas pensamos que es posible desarrollarse sustentablemente mediante la planificación estratégica. La cuestión es el tipo de desarrollo que queremos.

Ya Perón decía en el Congreso del Partido Justicialista, el 18 de agosto de 1973:

“Yo vengo de un mundo (Europa) que está terriblemente arrepentido del “desarrollo” que han hecho (...) porque ve que su desarrollo tecnológico lo ha llevado a la destrucción de los medios que la naturaleza le ha venido ofreciendo para pervivir. (…) Una humanidad amenazada por un desastre total, porque a ese desastre no escapará nadie (…) Ese futuro no tendrá ricos (…) En pocos años más, todos los medios de subsistencia y la materia prima serán pocos para mantener a la humanidad. No para enriquecerse ni engrandecerse ficticiamente, sino para comer y vivir con cierto grado de dignidad. Este hecho nos hace pensar en todos esos tontos que hablan del desarrollo (...) Debemos aprender para no exponer en el futuro a la comunidad argentina, a corto plazo, a que sufra las mismas consecuencias de ese desastre que se ha producido en otros países de gran desarrollo. No se trata de desarrollarse para ser ricos y poderosos. Se trata de mantener una verdadera economía ecológica (…) Nosotros no nos podemos lanzar en estos momentos a un desarrollo desconsiderado e irracional, que sabemos que nos va a traer las mismas secuelas de desgracias.”

Por eso aconsejaba a los países del Tercer Mundo cuidar los recursos naturales “con uñas y dientes” de “la voracidad de los monopolios internacionales que los buscan para alimentar un tipo absurdo de industrialización y desarrollo". 


11) PERONISMO Y DESARROLLISMO

Los defensores del extractivismo moderno no profesan la doctrina peronista sino otra vertiente ideológica en la que abrevan consciente o incoscientemente: el desarrollismo. 

Los abanderados de esta corriente de pensamiento estratégico fueron dos políticos argentinos: Rogelio Frigelio y Arturo Frondizi. Tomaron de El Capital de Marx la expresión "desarrollo de las fuerzas productivas" y la convirtieron en la punta de lanza de un proyecto de adaptación de la Argentina (y de América Latina) a la hegemonía capitalista norteamericana. El desarrollo de las fuerzas productivas se haría promoviendo la inversión norteamericana (o extranjera) para convertir a los recursos naturales en fuente de riqueza a través de actividades económicas desplegadas por las multinacionales. Este concepto tuvo y tiene mucho auge y seguidores pero no es peronismo. En la mal llamada "izquierda latinoamericana" halló un adalid en el ex vicepresidente de Bolivia García Linera, promotor de la carretera del Tipnis para invadir una reserva indígena amazónica y del chaqueo de la Chiquitania, vale decir, el incendio de cuatro millones de hectáreas de selva para poder consagrarlas al cultivo de soja y coca. Se justificaba diciendo que defendía la soberanía boliviana frente a las "ONG ambientalistas coloniales". El mismo discurso, por izquierda, de Bolsonaro y Donald Trump. Para hacer lo mismo: destruir el medio ambiente so pretexto de "desarrollo".

El concepto neodesarrolllista es inferior al de Frondizi y Frigerio: estos proyectaban desarrollar industrias. Los neodesarrollistas antiecológicos proyectan arrasar selvas y recursos para destinarlos a producciones primarias y exportación agrícola. Son campeones del subdesarrollo extractivista, que ellos llaman desarrollo.

Por eso los ambientalistas peronistas rechazamos estos modelos y reivindicamos a Perón, que proponía no dejarse seducir por espejitos de colores.


12)PERÓN Y EL PETRÓLEO.

Los neodesarrollistas defensores del off shore argumentan que Perón era pragmatico y promovió en la década de 1950 los contratos petroleros con la Standard Oil para superar el cuello de botella de la falta de inversiones. Es cierto, pero no reflexionan que ello ocurrió HACE SETENTA AÑOS, cuando nadie había oido hablar del efecto invernadero ni del cambio climático y en todo el mundo se pensaba que el petróleo era una bendición.

Dicen que en los años setenta Peron promovió el autoabastecimiento energético (lo cual es cierto) y la instauración de plataformas petroleras (lo cual es una verdad a medias). No dicen que Perón intentó sustituir gradualmente el petróleo en la matriz energética. 

En 1972/74 Perón ya era consciente de los inconvenientes del petróleo desde un doble punto de vista:

A) ambiental: porque sabía que era una fuente de energía contaminante;

B) geopolítico: porque quería diversificar la matriz energética para hacerla menos dependiente del mercado internacional de petróleo. 

La guerra de Yom Kippur demostró que tenía razon. 

Como represalia por el apoyo occidental a Israel, los países arabes subieron por las nubes el precio del petróleo y produjeron la primera gran crisis energética de la historia y una escalada inflacionaria mundial. 

No cuentan los pro-petróleo que el Plan Energético de Perón se proponía LOGRAR EL AUTOABASTECIMIENTO SUMANDO FUENTES DE ENERGIA DIFERENTES AL PETRÓLEO, a saber:

a) la energía hidroeléctrica mediante el acuerdo con Paraguay para la construcción de la represa de Yaciretá y la proyección de otras represas;

b) la energía nuclear, con la inauguración de la planta de Atucha I y la proyección de otras plantas similares.

En aquellos tiempos no había teconologías verdes de generación de energía.

Tampoco se hallaba el mundo en emergencia climática, como hoy.


13) PETRÓLEO O GAS:

Se afirma que las plataformas petroleras son para extraer gas, menos contaminante que el petróleo.

Aclaremos: el gas es un subproducto. 

Nadie hace las significativas inversiones de una plataforma en aguas ultraprofundas para extraer gas. Se hacen para extraer petróleo. Si hay gas y lo pueden aprovechar, lo harán. Pero ese no es el objetivo de las petroleras. Ellas van a extraer petroleo para que los países centrales continúen con su festival de derroche. 


14)EL VERDADERO EJE: LOS BENEFICIOS FISCALES NO JUSTIFICAN LA INVIABILIDAD CLIMÁTICA


Hemos procurado limpiar el camino de falsas argumentaciones y dilemas secundarios para arribar así a lo que consideramos la cuestión de fondo.

Dejando a un lado la inefectiva y falaz retórica del neodesarrollismo, ¿cuál es el interés real del off shore para el Estado? El ingreso de divisas que puedan aliviar la comprometida situacion fiscal.

Puede ser una buena, respetable y legítima razón en otras circunstancias. Pero no lo es en la actual coyuntura del mundo.

No se puede condenar a ningun gobierno por tratar de mejorar la situacion fiscal.

Pero en este caso el medio es equivocado, porque es lesivo de los compromisos ambientales de Argentina y opuesto a las soluciones que debemos buscar en medio de una emergencia climática global.

No se hace siempre lo que se quiere; casi siempre se hace lo que se puede frente a una situación dada, y por tanto no soy partidario de la condena fácil a un gobierno, a cualquier gobierno, y menos a uno propio.

También sé, como militante, que muchas veces debemos adoptar medidas que no nos gustan o no compartimos. No hay causas perfectas. Todas tienen lunares. 

Defiendo al gobierno de Alberto Fernandez, pero en este caso no comparto el criterio escogido y creo que será contraproducente.

No es factible ni económica ni políticamente promover el extractivismo petrolero en momentos de crisis climática casi terminal. 

El verdadero eje es éste: 

NO SE PUEDE AMPLIAR LA EXPLOTACION DE PETRÓLEO PORQUE EL CALENTAMIENTO GLOBAL QUE INDUCE SE HA CONVERTIDO EN UNA AMENAZA GLOBAL. Así se pudiera jurar que no va a haber un solo derrame ni un pingüino empetrolado ni una ballena aturdida, y las arcas del Estado se verán satisfechas, la actividad petrolera es ya inviable globalmente por sus efectos en la atmósfera. Hay que planificar urgentemente la salida de esta matriz.

Tampoco es realista sostener que las regalías petroleras ayudarán a financiar la reconversión energética, como dicen algunos. Hace más de quince años, en 2006, se aprobó por unanimidad la Ley Nro. 26190 de Fomento de Energías Renovables, modificada en 2015 por la Ley 27191, pero no se avanzó lo suficiente. Esperar a que ahora sí haya recursos para renovables tomados de las offshore es cuando menos infundadamente optimista. 

Nunca invertiremos lo necesario en renovables mientras tengamos la salida fácil de seguir con el petróleo. 

Cuanto más fuerte sea la industria petrolera, mayores intereses creados habrá contra las renovables.

Por eso, por el bien del medio ambiente y por el éxito del gobierno que apoyo, pienso que debería darse marcha atrás con la concesión de nuevas áreas de exploración y explotación petrolera, no avanzar más con otras concesiones, y concentrar los esfuerzos en una Política de Estado de formación de científicos y técnicos, diseño y producción nacional de equipos de Energías Renovables para el autoabastecimiento energético tendiendo al carbono cero, desde una perspectiva nacional, popular, federal y peronista.

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1)He dedicado sendos capítulos al tema en mis libros "EL ÚLTIMO PERÓN" (2014) y "ANTICRISTO, historia de una profecía jesuítica sudamericana" (2018).


domingo, 25 de octubre de 2020

UBALDINI, MALVINAS Y LA TRANSICIÓN DEMOCRÁTICA, por Fernando "Pato" Galmarini, reportaje por Javier Garin

 



Por Fernando  "Pato" Galmarini, reportaje por Javier Garin

 


         -Sigamos con Ubaldini y la CGT Brasil, Pato.

         -Esa CGT Brasil nunca fue, a juicio mío, justamente reivindicada –opina el Pato-. Creo que no se la conoció porque el peronismo, en ese momento, no tenía una conducción única...

         -Pero yo recuerdo de leer, en los diarios de la época, sobre la CGT Brasil. Se hablaba mucho. Hoy tal vez no se la recuerde tanto, pero entonces era algo importante. Contame sobre Saúl.

         -Era un peronista clásico, que sabía que había que pelear, iba y peleaba. No era el conductor de la totalidad del peronismo, ni tampoco el estratega, pero fue un compañero reconocido por todos que terminó siendo un jefe sindical de envergadura.  Provenía de un gremio pequeño, no de una de las organizaciones importantes.  Saúl pegó un salto, en todo sentido, desde que llegó a la conducción. Le costaba mucho, en un primer momento, conducir aún las reuniones de la CGT Brasil. Esto era más charlado y conducido por Roberto García, por José Rodríguez, por el Gallego Pérez, por Roberto Digón. Estaba la víbora Rabiti, que era de ferroviarios. Eran todos tipos pesados...

         -¿Y cómo hacía para destacar Saúl?

         -Tuvo un imán con la gente. Una cosa muy especial. Pero los primeros actos de CGT Brasil no era solamente él quien hablaba. Hablaba también Roberto García, y varias veces, incluido un acto enorme en 9 de Julio, habló Osvaldo Borda. Después él se fue recortando, pero porque la gente lo fue identificando con esta CGT. Las marchas a San Cayetano también fueron movilizaciones importantes que no iban solamente a agradecerle al santo o a pedirle laburo, eran una forma de protesta pacífica.

         -Estaba muy bien pensado. ¿Cómo hacían para reprimir una marcha que va a pedirle a un santo? Si vos vas a hacer quilombo de otra naturaleza es más fácil para reprimir, en cambio una marcha a un santo...

         -Y por supuesto que hubo toda una resistencia sindical sorda, casi desde la clandestinidad. Muchos de los que estuvieron en cana, por ejemplo Cesar Loza, mandaban frenar barcos que venían a descargar y el movimiento obrero argentino le pedía al movimiento obrero internacional: “muchachos, frenen los barcos para Argentina”. Y en esos momentos es como que Saúl fue concentrando toda esa representación. Yo, muchísimos años después, fui diputado con Saúl, compañeros de bloque en el Congreso.

         -¿En qué época fue eso?

         -Con Menem.

         -¡Ah claro! Él fue diputado en los '90.

         - Cuando vino la democracia, y después de todas las luchas sindicales en la dictadura y en el gobierno de Alfonsín, Saúl pensó que ese cariño enorme que le tenía la gente, por ser Secretario General de esa CGT, se trasladaría a los votos. Esto varias veces le ha pasado al movimiento obrero, esa confusión entre la representación sindical y la representación política, que son dos cosas muy, muy diferentes, tal como el mismo Perón había señalado. Entonces, quiso ser gobernador. Yo era ministro de Duhalde, en ese momento, y Duhalde me dijo: "che, decile a Saúl que no haga pelotudeces... Si él quiere ser diputado es una cosa, pero como candidato a gobernador no va a ir bien”. Fuimos varios a hablar con Saúl, pero no entendió razones. Entonces, se presentó como candidato a gobernador y sacó un porcentaje ínfimo de votos.

         -Sí, me acuerdo.

         -Esta es la enorme diferencia que tiene el partido obrero de cualquier país con el movimiento peronista. Una cosa fue el Saúl del “Pan, Paz y Trabajo”, de las movilizaciones a San Cayetano en la dictadura, que eran enormes, y de los paros bajo el gobierno de Alfonsín, y otra cosa fue cuando el movimiento obrero quiso asumir la representación política, a través de él, o quiso él, sin darse cuenta porque era muy peronista, transformarse en la expresión política de los trabajadores. Y el peronismo es otra cosa: su representación excede a la de los trabajadores porque es un movimiento nacional, no un partido obrero. El peronismo nunca tuvo un Presidente proveniente del movimiento obrero: sí ministros, legisladores y gobernadores, y hasta un vice como Ruckauf, que venía del Sindicato del Seguro, donde fue secretario adjunto.

                   -Qué más recordás de Ubaldini.

         -Hincha de Huracán, fana de Huracán, fui algunas veces a la cancha con él. Y muy tanguero. Los sábados a la noche Saúl bailaba tango. Un tipazo. Y lo vi morir. Murió en el año 2006. Lo fui a ver cuando ya estaba en el sanatorio Mitre, y ¿sabés a quién le dije que me acompañe, y fue conmigo? ¡A Leonardo Favio!

             Me cuesta mucho contarlo por la tristeza del desenlace, porque Saúl ya estaba en sus últimos momentos y Leonardo también estaba muy enfermo. Me encontré con Leonardo en La Biela, paré un taxi. Desde la mesa en la que estábamos tomando el café, hasta el taxi, tardó un montonazo, estaba ya muy deteriorado y con muchas dificultades para moverse. En la bajada del taxi de Leonardo al Sanatorio Mitre, aparecieron los camilleros creyendo que venía a internarse. Yo les dije "no, hermano, lo vamos a ver a Saúl". La mujer de Ubaldini, que después alguna vez me llamó, estuvo presente. Y en el cuarto, ni te cuento. Parecían dos veteranos de guerra (y lo eran), uno estaba enganchado y cableado por todos lados, y él otro, la visita, tampoco daba más, pobre. ¡Pero se despidieron!

          ¡Fue muy emocionante ese momento en que estuvieron juntos! Porque Leonardo lo amaba a Saúl, y Saúl lo amaba a Favio, como los amaba la gente peronista, eran dos enormes y entrañables peronistas. Han sido dos personajes fenomenales de nuestra historia, ¡qué lástima!...”

         -Pero ¡qué escena la que estás contando!

         -Y ese hombre que te estoy contando fue Saúl Ubaldini –dice el Pato con emoción-. Un tipo que en los momentos más difíciles encarnó la lucha contra la dictadura militar. Y yo creo que aún hoy se lo recuerda con gran cariño. Cuando vos nombrás en cualquier acto o reunión a Saúl o a Rucci, a pesar de los años transcurridos, la gente los recuerda con un enorme respeto.

         “Voy a decir algo más. Muchos hoy se llenan la boca acusando a los sindicalistas de enriquecimiento, de mafiosos. Habrá de todo, pero sobre algunos a los cuales yo he conocido, puedo atestiguar que tuvieron vidas austeras y fueron perseguidos en algún momento. Sobre Lorenzo Miguel te puedo asegurar que su casa de la calle Murguiondo en Villa Lugano distaba mucho de ser lujosa: era una casa modesta en un barrio modesto. Roberto García, otro tipo insigne del sindicalismo argentino, dirigente obrero, diputado nacional, vivía modestamente en una casa del barrio Saavedra. César Loza vive hoy en Alte Brown con absoluta austeridad. Y Saúl Ubaldini, lo mismo: un tipo que vivió la última etapa de su vida en la azotea de la CGT, donde había unas habitaciones, después de haber sido el dirigente más poderoso y representativo, en determinado momento, del movimiento obrero argentino, y legislador nacional. Y estos nombres son sólo ejemplos, sin entrar a analizar todo lo que ha hecho el sindicalismo por el bienestar de los trabajadores argentinos.

               -En el final de la dictadura ¿la evolución del peronismo pasaba más por lo sindical que por el ala política?

    -Sí.  es más, yo tengo la impresión de  que, si Peron no hubiese armado esta estructura enormemente sólida que es el movimiento obrero argentino, no sé si el movimiento peronista habría perdurado. El peronismo se ha recostado mucho en el accionar del sindicalismo.                           

            -De hecho, la oposición a Alfonsín se planteaba desde la vía sindical  principalmente, ya que el peronismo atravesaba la crisis de su renovación.

            -Sí. Y en la época de los militares, de los distintos golpes militares, en realidad quien ha puesto el cuero, los recursos, la organización, ha sido (fundamentalmente) el movimiento obrero. Por supuesto también hay muchos dirigentes del peronismo no sindical que se han esmerado en armar esto, pero el basamento central de las derrotas de los gobiernos militares ha sido el propio sindicalismo. Reconociendo el papel determinante que en la última dictadura también jugaron los organismos de derechos humanos, Madres y Abuelas. El PJ no fue un sello, pero más o menos, porque nunca supimos darle el rol que según Peron debía cumplir; el peronismo no sindical, el peronismo político, siempre estuvo muy recostado en la rama sindical. Hoy todavía insistimos en el armado de una rama política, y cuando uno va a hablar con la dirigencia sindical, en verdad sucede cuestionarse en nombre de quién está hablando, cuál es su representatividad, frente a un sector permanente de la vida nacional, dirigentes sindicales que tienen representación, estructura, afiliados, obra social; tienen lo que Peron les dio, y lo que ellos construyeron. No sé si el peronismo tiene claro el fenómeno que es, porque en el mundo se sabe de este movimiento y se lo respeta.

Un sindicalista tiene que aprender de política, economía, administración social.  Vos haces una Unidad Básica y somos todos peronistas, pero si estás en un sindicato, hay un radical, un comunista, un socialista, y tenes que bancártela, no los podés echar, tenés que conducir la diversidad. Por eso la formación de un dirigente sindical es muy importante. Vos lo sentís cuando entrás en un sindicato. Se nota la solidez de las estructuras gremiales. Ahora, la fortaleza del peronismo esta allí, y sin embargo la gente que vota a un dirigente gremial en su gremio, no lo votaría tal vez en una lista de diputado nacional –señala el Pato.

           - Claro, lo que contabas de Ubaldini: lo querían como representante de los trabajadores pero no como líder político.

       - Esto entonces es muy fuerte, yo no sabría describir esta cosa sólida que impulsó Peron. Si después de estos más de setenta años el movimiento de Perón sigue vigente (es más, es uno de los pocos que han quedado en pie de todos los que conformaban el Movimiento de Países no Alineados), es fundamentalmente por su idea constructiva. A ver: ¿por qué no duró Mao, o Haya de la Torre, o Getulio Vargas, o el MNR de Paz Estenssoro, o De Gaulle o el Mariscal Tito? Ellos les dieron cosas a los laburantes, sin dudas, pero no les dieron la estructura y las herramientas que les permitieron ser ellos. Hoy el movimiento obrero tiene autonomía, y así como puede apoyar a un gobierno, puede al poco tiempo retirarle el apoyo o tomar medidas de fuerza, de acuerdo a sus intereses. Algunos sindicatos hasta llegaron a hacerle huelgas al propio Perón, sin dejar de ser peronistas.

            -Además, cuando él lleva adelante temas como la unidad latinoamericana, movimiento del Tercer Mundo y otros posicionamientos internacionales, también hace eje fundamental en el sindicalismo para trabajar lo que llamaba la “unión de los pueblos” por debajo de los gobiernos. Ejemplo, el ATLAS (Agrupación de Trabajadores Latinoamericanos Sindicalistas).

                   -Así es. Sin embargo, aunque Perón dice: “esta es la estructura central del peronismo”, ella no es todo. Porque no se limitó a hacer un partido obrero. La pulseada entre Perón y Cipriano Reyes, en los albores del peronismo, muchas veces los libros o los periodistas te la cuentan como una pelea personalista, pero era algo mucho más profundo. Si Cipriano Reyes hubiera ganado la pulseada, habríamos sido un partido laborista, un partido sindical. Fue una pelea entre dos ideas de construcción política y de país distintas, dos ideologías. Ganó Perón y ganó la idea de un movimiento nacional: algo que contenía a los sindicatos pero no se limitaba a ellos, una concepción no clasista, de colaboración social, conciliación de clases, para construir una Argentina nueva, donde estaban los sindicatos, los empresarios, los distintos sectores de la vida nacional. El peronismo necesita ámbitos donde se haga política general, donde se discuta la totalidad del país, las políticas de Estado, además de las necesidades de los sectores.

         - Había una concepción nítidamente sindical o purista, como la de los sindicalistas clásicos o los anarcosindicalistas que rechazaban asociar la vida sindical a un movimiento político partidario. Perón impulsa otra concepción.

         -Así es. Peron les dijo: ustedes no agoten su acción en el mero reclamo salarial o laboral –opina el Pato-. Los insta a involucrarse políticamente en forma activa. Y los incluye en las listas, en los ejecutivos y en la representación en general.

         - El sindicato argentino es un sindicato libre, a diferencia de la Carta de Lavoro italiana en que era parte del Estado, o sea, está controlado por el Estado pero es libre, es una organización del pueblo, ¿no te parece?.

            -Sí –conviene el Pato-. Los sindicalistas que más entienden te dicen: el Estado no nos va a imponer quién es el jefe de la CGT, o cómo hacemos nuestra tarea, ese es un problema nuestro.

            “Y el tema del peronismo político después de Perón, incluyo a la rama femenina, es que no supimos entender que no solamente los que hablan de política, los que pintan paredes y militan en las calles, tienen que estar en la listas; no hemos sido capaces de agrandar este sector con todo lo que son otros peronistas que no les gusta estar todo el día debatiendo de política en la unidad básica. El sector de los intelectuales, por ejemplo, que son tipos absolutamente imprescindibles para fortalecer no solo el país sino el propio peronismo: no ha habido agrupaciones que convoquen a la intelectualidad del peronismo, que no es poca. O cuando las ha habido resultaron no ser lo que se esperaba de ellas o fueron marginadas. Esto es malo desde el sector político del peronismo y también es malo desde aquellos que pueden aportar –intelectuales, científicos, deportistas, etc.- y no lo hacen esperando que los convoquen.

         -Todo esto que vos estas expresando, ¿en dónde ha quedado en el presente?

         - Los más de setenta años de presencia del peronismo en la vida nacional siguen vigentes. La permanente mención que se hace de Perón y su movimiento por toda clase de dirigentes, incluso totalmente ajenos al peronismo, incluso contrarios al peronismo, demuestra que es un fenómeno insoslayable. Esto no sólo pasa en el ámbito nacional sino en el resto del continente y en algunos países de otros continentes. Desde Fidel Castro a Chavez, a Evo Morales, a Correa, a Lula, a tantos y tantos dirigentes de distintas extracciones ideológicas, no pudieron dejar de tener presente la referencia de Perón.

           -Volviendo a los 80, al fin de la dictadura y regreso de la democracia. ¿Y la manifestación del 82, que fue una movida tan importante?

         -Fue muy grande, porque ahí salían varios de la cana después de 5 o 6 años, entre ellos también estaba Lorenzo, Diego Ibañez del SUPE, Rogelio Papagno, muchísimos otros que se comieron varios años presos –evoca el Pato.

         -Hubo una provocación de los servicios de inteligencia y un grupo de tareas mató a un manifestante.

   - Sí,  y también nos recagó a palos la policía. En la avenida 9 de julio fue muy duro. Y los servicios estaban mezclados por todos lados, provocaban, generaban quilombo. El día treinta de marzo pasó todo esto, en una movilización impresionante del movimiento obrero, al que se sumaron otros sectores, políticos y sociales, organismos de derechos humanos encabezados por Perez Esquivel (quien participó de alguna reunión de la CGT Brasil invitado en calidad de Premio Nobel), y hasta los oficinistas del centro que tiraban cosas contra la cana desde las ventanas de los edificios. Las bolitas de los rulemanes que se arrojaban al piso hacían rodar a los caballos de la Montada. Fue un quilombazo, con el país parado y presos a granel.

                   Y el día dos la dictadura, ya tambaleante, invade Malvinas y nos mete en guerra con los ingleses. Galtieri y las Fuerzas Armadas no tuvieron mejor idea que lanzar una guerra absurda, aunque por una causa sentida, para intentar frenar lo que ya era inevitable: el final de la dictadura militar, que ha sido la última de ese ciclo nefasto de golpes de Estado. El 2 a la mañana, cuando ya se había anunciado que los barquitos zarpaban para allá y estaba llamando Galtieri a Plaza de Mayo, Lorenzo Miguel, Saul Ubaldini, todos, resolvieron inmediatamente concurrir. Hablé con Juan Minichillo que era el jefe de las agrupaciones gremiales peronistas, y me dijo “llamalo a Lorenzo”;  hablé con Lorenzo a su casa por teléfono y me indicó: “todos a Plaza de Mayo, ni una palabra más”, porque se trataba de una reivindicación soberana sobre las Malvinas, una causa nacional. En esa Plaza nos juntamos todos: peronistas, antiperonistas, comunistas antiimperialistas, de todos, por la profunda convicción de que “las Malvinas son argentinas”.

         -¿Vos recordás si hubo en esos momentos alguna mirada crítica hacia esta aventura militar?

         -En los primeros momentos, que yo recuerde, no. Había un apoyo a una causa histórica y no se tenía suficiente información sobre la respuesta militar que podía llegar a tener Inglaterra. Seguramente habrá habido sectores que sí disponían de mucha información, pero el común de la gente pensaba que se recuperaba una parte integrante de nuestro territorio usurpada por Inglaterra. Después se empezó a comprender en qué nos habíamos embarcado, aunque había una distorsión informativa. Y la civilidad no tenía ninguna ingerencia en la toma de decisiones.

              -Después de la derrota militar en Malvinas se agotó el tiempo de la dictadura y se entró en pleno proceso de transición hacia la democracia. ¿Cómo es que el peronismo decide su fórmula presidencial para competir en 1983?

         -Esa fórmula se decidió en un grupo chico donde tuvo mucho peso Lorenzo Miguel, acompañado por Diego Ibañez, Fernando Donaires y Fito Ponce, de las 62 organizaciones -rememora el Pato-. Por el sector político recuerdo a Antonio Cafiero, Ítalo Luder, Angel Federico Robledo, Deolindo Felipe Bittel, Raúl Matera, y no sé si muchos más, porque no teníamos tiempo o condiciones de hacer un proceso realmente democrático de selección de candidatos, por lo que había sucedido al peronismo, perseguidos y encarcelados muchos de sus dirigentes. Y el candidato a Presidente resultó Luder, y no Antonio Cafiero, que también aspiraba a esa nominación: esa fue la segunda pulseada que pierde Antonio para llegar a la candidatura presidencial; la primera había sido en el 73 con Cámpora.  Lorenzo decidió apoyar a Luder y trató de convencer a Herminio Iglesias de que no fuera el candidato a gobernador en la Provincia de Buenos Aires y sí que fuera Antonio Cafiero. Lorenzo decía, yo lo escuché años después explicar su razonamiento, “que había que apoyar a Luder porque Cafiero era un hombre muy ligado al sindicalismo, y especialmente a las 62 organizaciones; y el movimiento obrero lo iba a condicionar demasiado, y necesitábamos un Presidente que fuera capaz de decir que no y tomar distancia del sector sindical”.

          -Esto demuestra que Lorenzo no pensaba mezquinamente desde lo sectorial sino desde el conjunto.

        - Y ahí, en esa misma reunión, se le propuso a Antonio: “vos sos el candidato a Gobernador de la Provincia de Buenos Aires”. Y él, tal vez despechado, no quiso, y quedó Herminio como candidato a Gobernador. Entonces Lorenzo intenta convencerlos, tanto a Antonio como a Herminio, de modificar esa postura e insistir con la candidatura a Gobernador de Cafiero. Manda a varios operadores, y yo fui uno de ellos. Fui a verlo a Herminio a su lecho de enfermo, pues recién lo habían operado de apéndice en un sanatorio de Constitución, y después de hablar un rato el tipo accede a bajarse y ser el vicegobernador de Antonio. Vuelvo con Lorenzo, le cuento el resultado de mi misión y me manda a la casa de Antonio para comunicarle que Herminio accedía. Llego a lo de Antonio, le cuento todo lo hablado, y me responde que no, que él no estaba dispuesto. Esa misma noche va Antonio al programa de televisión de Nestaudt y Grondona, y lo anuncia públicamente, se ve que estaba muy enojado, y anuncia su rechazo a la candidatura a gobernador.

         “Muchos que lo apoyaban se molestaron con esa decisión. Una semana después, ya pensándolo en frío, y ante la insistencia de varios dirigentes políticos y sindicales, Antonio revé su postura. Hay una reunión donde varios lo van a ver a Herminio para tratar de convencerlo de nuevo, porque ya había puesto los cañones a la gobernación. Va Manolo Quindimil, va Roberto García, va Antonio y algunos más; esto fue el día anterior a un congreso que se hizo en La Plata de congresales provinciales, y Herminio les dijo estas palabras: “Antonio, ya te lo ofrecí, vos ibas a ser gobernador y yo vice, y vos no quisiste porque estuviste diciendo que yo te iba a pisar con un auto para quedarme con la gobernación. Yo no te iba a pisar un carajo, pero ahora no se te ocurra ir a La Plata porque desde Avellaneda hasta La Plata hago correr un río de sangre” (risas). Ahora, la preocupación que se pasó en ese hotel de la esquina en Lavalle y Pellegrini donde estaba el bunker de Antonio fue muy importante. Y al día siguiente fuimos a acompañar a los congresales, y la verdad, Herminio tenía una buena sintonía con varios factores de poder la Provincia de Buenos Aires y con el Juzgado Federal con competencia electoral, que en ese entonces encabezaba el doctor De la Serna, y asistió su secretaria al Congreso; y fue muy duro su desarrollo como sucedía en esos encuentros del peronismo de entonces, y además nos derrotaron políticamente, con el beneplácito de la autoridad electoral.   Yo me acuerdo de ese día porque estando después del congreso en el hotel Corregidor, bunker cafierista, me anunciaron la muerte de mi vieja en San Isidro. Y conste que Herminio no fue un necio intransigente en este caso. Él aceptó cuando yo fui a decirle que Lorenzo le pedía que se corriera, debe haber pensado “Lorenzo tiene razón, vamos a poner a este compañero que es un referente histórico”, pero en este caso el que lo entendió tarde fue Cafiero. Herminio era un tipo con olfato. Había sido un buen intendente de Avellaneda y lo querían mucho, pero claro, cuando vos movilizás estructura, recursos y gente, después es jodido bajarse.

            “Antonio había armado una mesa chica, donde sobresalía Darío Alessandro padre, Roberto García, Roberto Digón y otros. Y la interna prosiguió. Esto estaba traducido fuertemente en la totalidad del peronismo. Acto anterior a las elecciones en cancha de Velez: durísimo, fue un acto sindical que armaron las 62, cerraba Lorenzo Miguel, habló Dolores Dominguez, habló Saul, todo bien, y cuando va a hablar Lorenzo, no pudo: se armó una batahola importante en su contra,  y muchos sectores lo abuchearon. A pesar de toda su influencia y poder, en esos momentos no pudo poner la cara en un acto político electoral. Era parte de una puja interna, donde se dirimía el poder del peronismo y había una fuerte resistencia de muchos hacia lo que representaban las 62.

                   -¿Al final, esa candidatura a gobernador terminó siendo el final político de Herminio Iglesias e influyendo en la derrota del PJ?

                   -Visto desde hoy, debimos haberlo previsto, pero no fuimos capaces de advertirlo en ese momento, como tampoco fuimos capaces de comprender cuánto nos perjudicaban esas luchas internas tan descarnadas y que la sociedad ya no aceptaba, porque quería una convivencia en paz. La quema del cajón por Herminio en el acto de cierre de campaña del Justicialismo en el Obelisco representó todo lo que la sociedad no quería volver a ver. En ese gran acto, Herminio quema un ataúd que trajeron unos militantes con la bandera radical. La culpa, en todo caso, fue colectiva y no de Herminio exclusivamente. Lo que para algunos parecía una travesura tonta, visto por televisión era algo violento, agresivo...  Evidentemente la gente recordó el '73, el '74, el '75..., toda esa violencia que se quería dejar atrás. Y así, casi sin darnos cuenta, perdimos la elección. No supimos leer lo que la sociedad estaba demandando en 1983, que era democracia, paz, justicia; y Alfonsín en cambio lo entendió.

              “Mucho tiempo después, siendo yo Ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, y habiendo establecido una relación muy estrecha con Estela de Carlotto en momentos en que el gobierno provincial estaba armando una Secretaría de Derechos Humanos (que personalmente le ofrecí encabezar a Emilio Mignone en su domicilio, y que no aceptó), Estela me hizo el siguiente planteo: “yo no entiendo cómo ustedes, los peronistas, que tienen el ochenta por ciento de los muertos y desaparecidos producto de la represión ilegal, fueron incapaces de tomar la decisión política, durante la campaña de Luder en el 83, de anunciar ante la sociedad el juzgamiento de los genocidas”.  Y tenía razón. No lo hicimos, no lo comprendimos. Había mucho rencor de distintos sectores del peronismo y el sindicalismo contra lo que habían representado las organizaciones armadas, especialmente Montoneros: el asesinato de Vandor, de Rucci, de Kloosterman, de José Alonso, del Negro Campos y tantos otros. Alfonsín sí lo comprendió, se hizo cargo de la demanda de los derechos humanos y nos ganó. A la distancia hay que reconocer y felicitar lo actuado por Alfonsín -el “Nunca Más”, el Juicio a las Juntas-, en ese período tan difícil de la recuperación democrática.