LA LEY DEL AMOR Y LA NO VIOLECIA JESUANA VERSUS LA VERSION ACADÉMICA DEL JESÚS VIOLENTO.
Tal como he recogido en el capítulo de mi libro "ANTICRISTO, HISTORIA DE UNA PROFECÍA JESÚITICA SUDAMERICANA", Jesús fue interpretado por vastos sectores como un predicador de la paz, el amor y la no violencia.
Así lo entendieron los Padres de la Iglesia sin excepción, y así lo entendieron e imitaron los primeros cristianos, que sufrieron la persecución y el martirio sin oponer resistencia violenta a sus perseguidores.
En el siglo el checo ... escribió un extenso y bien fundado ensayo sobre el pacifismo jesuano.
Distintas congregaciones como los mormones, menonitas, citar, creyeron en el mandato de no resistencia al mal con mal.
León Tolstoi fue el principal impulsor en el siglo diecinueve y comienzos del veinte del pacifismo cristiano que se fundaba en el rechazo de la fuerza y sirvió de inspiración a las doctrinas de la ahimsa de Ghandi, de la no resistencia de Luther King y de todas las variantes del pacifismo moderno. En carta a Ghandi, escribió que la no-resistencia "no es otra cosa que la doctrina del amor no desfigurada por falsas interpretaciones".
"Que el amor, es decir la aspiración de las almas humanas a la unión, y que la actividad que se desprende de esa aspiración es la ley única y suprema de la vida humana es algo que todo hombre sabe y siente en el fondo de su alma (con mayor claridad puede verse en los niños); lo sabe y lo siente mientras no se enreda en las doctrinas falsas del mundo. Esta ley ha sido proclamada por todos los sabios del universo, hindúes, chinos, judíos, griegos y romanos. En mi opinión, quien mejor la expresó fue Cristo al decir, sin rodeos, que en ella se resumían la Ley y los Profetas. Pero más aún, previendo las distorsiones que sufre y puede sufrir esta ley, señaló el peligro de su distorsión, propio de las personas demasiado atadas a los intereses mundanos, es decir, el peligro de permitirse defender sus intereses por medio de la fuerza, es decir, como Él dijo, de devolver con un golpe el golpe recibido, de recuperar por la fuerza los objetos expoliados, etcétera, etcétera. Él sabía, como lo sabe y no puede no saberlo toda persona sensata, que la práctica de la violencia no es compatible con el amor como ley fundamental de la vida, que en cuanto se tolera la violencia, en cualquier caso que sea, se reconoce la insuficiencia de la ley del amor y por lo tanto se niega la ley misma. Toda la civilización cristiana, tan brillante en su superficie, se desarrolló a partir de este evidente y curioso malentendido, a partir de esta contradicción (…). En cuanto se admitió la violencia a la par que el amor, ya no existía ni podía existir el amor como una ley de la vida, y, al no existir la ley del amor, no existía ninguna ley que no fuera la de la violencia, es decir, la del poder del más fuerte. Así vivió la humanidad cristiana durante diecinueve siglos." Agrega que la crítica al uso de la violencia es también una crítica al Estado, a los ejércitos, a los tribunales, a todo el sistema de organización social, y es por eso que lo que el entendía como la verdadera doctrina jesuana, la de la no violencia, atemorizaba de tal modo a los gobiernos que, "por un natural instinto de conservación, la persiguen con mayor energía que cualquier otra actividad antigubernamental”.
Toda la vida de los pueblos cristianos es una constante contradicción entre aquello que predican y aquello sobre lo que construyen su vida: una contradicción entre el amor aceptado como ley de vida y la violencia considerada incluso indispensable en ciertos casos, como el poder de los gobernantes, los tribunales y los ejércitos, tenidos por admisibles y loables
Cuenta Ghandi en su autobiografía “Mis experimentos con la verdad” que, siendo estudiante en Inglaterra, lo invadió un “fermento religioso”, y comenzó a interiorizarse en la religión cristiana y en el Islam, hasta que llegó a sus manos, en 1894, el librito de Tolstoi “El reino de Dios está en vosotros”. Confiesa sin ambages: “me abrumó, dejándome una impresión imborrable", y subraya su "independencia de criterio, profunda moralidad y autenticidad". Hondamente influenciado por el escritor y pensador ruso, bautiza "Granja Tolstoi" a la colonia cooperativa que funda cerca de Durban y comienza a desarrollar su teoría de no resistencia inspirado por la interpretacion tolstoiana de las enseñanzas de Jesús: utilizar la “ahimsa” (término sánscrito proveniente de los Upanishads, equivalente, aunque no exactamente, a “no- violencia”) como vía de la lucha (“satyagraha”, “firmeza y verdad”) contra la opresión. "Es lógico resistir y atacar un sistema, pero resistir y atacar a su autor es como resistirse y actuar contra uno mismo -escribe Ghandi-, porque estamos todos dibujados con el mismo pincel y somos hijos de un único y mismo Creador, los poderes divinos son infinitos en cada uno. Atacar a una sola criatura humana es atacar a esos poderes divinos; y por tanto, el daño se hace no sólo a ese ser, sino, a través de él, a toda la humanidad”. Mediante la lucha no violenta, en que el oprimido se expone ante la violencia de los opresores sin responder a ella con más violencia, se interpela la humanidad de estos últimos; la sociedad justa se erige sobre la conciencia ética del pueblo; no hay divorcio maquiavélico de medios y fines: los medios representan un fin en sí mismo y deben ser tan justos como el objetivo que persiguen, pues en esos medios se inicia la construcción de la nueva sociedad. "Los medios impuros dan como resultado fines impuros", sostiene el hindú.
Por su parte, el pastor cristiano Martin Luther King también vio en la violencia la perpetuación del ciclo de venganzas de la Ley del Talión: la violencia engendra “lo mismo que busca destruir. En lugar de debilitar el mal, lo multiplica. Utilizando la violencia, ustedes pueden matar al mentiroso, pero no matar la mentira, ni restablecer la verdad. La oscuridad no puede esconder la oscuridad: sólo la luz puede hacerlo. El odio no puede esconder el odio: sólo el amor puede hacerlo.”
Como señalamos en un artículo anterior, el anti cristiano furioso Frederick Nietszche coincide con Tolstoi en ver en la no resistancia al mal la clave del cristianismo; sólo que para él es un síntoma d euna enfermedad moral y no una virtud.
Esta interpretación es, por supuesto, rechazada o subestimada por los cristianos miltiaristas uqe apoyan la guerra, la pena de muerte, el castigo corporal, la tortura, etcétera.
Tambien es rechazada por un sector de la academia que se distingue p'or sus posiciones agnósticas y antijesuanas y queine negar por todos los medios el particularismo y la especificdad de Jesús para convertirlo en un líder nacionaliusta violento y odiador.
Para sostener estas posturas, apelan a algunos contados versículos que muestran actitudes supuestamente violentas, seguidores armados, intemperancia etcétera.
Ya en los capítulos anteriores demostramos que sus presuntas citas carecen de asidero y que distorsionan y malinterpretan deliberadamente a las fuentes.
También demostramos sin asomo de dudas que Flavio Josefo no consideró jamás a Jesús entre los nacionalistas judíos violentos sino que lo definió como una persona sabia, virtuosa y de buena conducta, en notable contraste con los odiadores fanáticos de la estirpe de Saduco o de Judas el Galileo.
Dijimos asimimso que es muy difícil sino imposible determinar la historicidad de las anécdotras evangélicas, toda vez que se trata de enseñanzas y no de relatos biográficos, y que en cambio hay bastante seguridad en que los dichos o logia jesuano que se conservaron en los evangelios canónicos, el apócrifo de Tomás y la Epístola de Santiago son bastante fidedignos pues reflejan el contenidod e recfopilaciones de dichos anteriores tomadas por los discípulos y testigos directos.
Una simple comparación de las aprtes de los evangelios en que aparecen prediucadas la ley del amor, la paz y la no violencia y aquellos contados en que los especialistas quierne ver una incitación a la violencia permitirá apabullar con pruebas de las fuentes la falta de fundamento de los academiucos antijesuanos que pretenden mostrarlo como odiador violento.
Los evangelios recogen los dichos o logia de Jesús en los que se manda:
1) amar no solo a los amigos sino también a los enemigos.
2) perdonar las ofensas.
3) no resistir al mal con violencia.
4) si te roban la bolsa entregar también la capa.
5) no matar ni vengarse.
6) declara abolida la ley del Talión y reemplazada por la ley del amor.
7) devolver el mal con bien.
8)no juzgar ni condenar.
9)no llevar a otros a los tribunales y arreglar los diferendos amistosamente;
10) no preocuparse por los romanos y pagar los impuestos porque no hay más remedio;
11) no usar la violencia ni para defenderse.
12) le ordena a Pedro guardar la espada.
13) dispone no condenar a la mujer adultera;
14) cura al sirviente de un centurión;
15) confraterniza con los recaudadores de impuestos (los publicanos) que eran odiados a muertes por los zelotes;
16) ordena no resistir su arresto;
17) manda poner la otra mejilla;
18) dice bienaventurados los mansos;
19) dice bienaventurados los pacificadores;
20) dice que es preferible un buen samaritano a un judio sin compasión;
21) confraterniza con los despreciados samaritanos;
22) manda evangelizar a los paganos después de haber evangelizado a los judios (“Id primero a Israel”);
23) reinvindicación a pobres, a mujeres, a niños, a presos y a enfermos.
24) jamás dice una sola palabra contra los romanos.
25) solo hay dos menciones a espadas en los evangelios, una como sinónimo de disensión y otra como anuncio de los peligros que sufrirán los apóstoles después de su muerte;
26) echó a los mercaderes del templo porque no podía permitirse que convirtieran la sede de Dios en un mercado, y se trataba de judios y no de romanos, era una pelea entre judios, o contra los romanos; y además eso se corresponde con su perfil de reformador religioso y no de zelote.
Por tanto no hay nada que permita afirmar que predicaba o practicaba la violencia porque toda su prédica y toda su acción fueron PACÍFICAS Y DE ABIERTO RECHAZO DE LA VENGANZA Y LA VIOLENCIA.
En todo el evangelio y en el documento q reconstruido sólo se habla de paz. Nunca de violencia. Sólo se menciona a que en la última cena había “Dos espadas”, la de Pedro y otra más. Si vos crees que con eso pensaban que iban a derrotar a los saduceos y los romanos, no se qué decirte. Jesús se entrega sin resistencia y dice a Pedro que envaine su espada. Nunca creyó Jesús que iban a venir Los Ángeles a rescatarlo y nunca jamas aparece un texto evangélico que confirme esa disparatada idea. Jesús no estaba loco. Por otra parte, hay sólo dos menciones a la espada en boca de Jesús. En una se refiere claramente a la espada como “disensión “, no como guerra y enseguida aclara que su doctrina va a hacer pelear al padre con el hijo etcétera. Disensión, no tomar las armas. La segunda vez solo aparece en Lucas, un Evangelista bastante imaginativo. Sin embargo es también una referencia claramente metafórica. Es en el ultima cena cuando les dice: “vendan todo y compren espadas”. Si hubiera querido tomar Jerusalén por la guerra lo habría dicho antes, no entonces. No tenía nada preparado, sólo había Dos tipos con espadas y les ordenó no usarlas. Esta segunda mención, suponiendo que fuera histórica (yo pienso que es falsa), igualmente es claro que se refiere de manera metafórica a que van a tener que ir al peligro después de la crucifixión de Jesús y eso se nota claramente cuando se lee todo el pasaje y no frases sueltas. No habla de combatir mediante la violencia sino de prepararse para tiempos peligrosos.
comprendo perfectamente hacia dónde va tu posteo: a denigrar la figura de Jesús y presentarlo como un violento e intolerante que hasta se enoja con un pobre leproso y que lo que nos han transmitido fue “depurado” para convertirlo en un pacifista. Bueno, no estoy para nada de acuerdo con tu planteo porque no tiene base científica. Es una apologética, es ideología, no ciencia. nadie interpretó jamás literalmente las HIPÉRBOLES de Jesús. Nadie jamás entendió que hay que cortarse realmente la mano antes de pecar, o arrancarse los ojos antes de mirar a una mujer hermosa, y nadie pero nadie absolutamente jamás interpretó que cuando Jesús dice: “no vine a traer la paz sino la espada” se refiriera literalmente a una espada sino que se refiere de manera alegórica a las disensiones que iba a provocar su doctrina.
sólo Dos referencias a espada en los evangelios: la más conocida es la de que no traje paz sino espada, y continúa diciendo que se van a pelear padres con hijos etcétera, en donde espada no es término literal sino metáfora de disensión como se interpreta en los versículos siguientes. En batalla naval se dice “agua”. La segunda referencia parece en Lucas solamente, que no sólo es el más fantasioso de los evangelios sino que incluso una vez más en el contexto no significa que deben comprar espadas textual, sino que les habla a los apóstoles sobre lo que va a pasar después de que muera, y que deben estar preparados como el que se apercibe para un combate. Todo la escena es inventada, no es histórica y está claro que no se refiere a practicar la violencia.
La escena del templo, no sé cuál es el problema que tienen con ella: lo más ofensivo que podía haber para Jesús Rea la profanacion del templo y echó a los mercaderes por la fuerza, único acto de fuerza que estaba justificado por la gravedad de la violacion RELIGIOSA (no política) hecha por JUDIOS (no Romanos) y no tiene nada que ver con la guerra. No hizo guerra ni mató a nadie, sólo echó a unos vendedores de un lugar donde no debían estar. Las otras anécdotas (ninguna de las cuales es histórica) lo único que demuestran es que iba a evangelizar PRIMERO a Israel para tener una base de operaciones y no que iba a evangelizar solamente a Israel. Para confrontar con ellas tenes muchísimos otros versículos donde habla con los samaritanos, con los recaudadores de impuestos, con las prostitutas, con todos los despreciados, toma un recaudador de impuestos que trabaja para los romanos como discípulo, sana al sirviente de un centurión Romano, etcétera, además d ellos centenares de versículos en los que habla de amar a los enemigos, perdonar las ofensas, no resistir al mal, entregar la capa, guardar las espadas, etcétera. Esto qué haces vos es lo que hace Ehrman: elegía dos o tres versículos sueltos, los sacas de contexto y eliminas todos los que van en contra de tu teoría, aunque sean la mayor parte de los evangelios. De manera que para mí es escandalosa esa manera de proceder, porque falsea la fuente. Si esto se hiciera en un juicio (pongo este simil porque soy abogado) sería un delito porque es falseamiento de pruebas. Cuando los juristas estudiamos hermenéutica para interpretar las leyes, estas son las cosas que está prohibido hacer. En la crítica histórica los principios de hermenéutica histórica prohíben este tipo de operaciones con las fuentes.
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